El oficialismo y el massismo no lograron reunir los dos tercios que necesitaban para echarlo de la Cámara de Diputados. El kirchnerismo, aliados del PJ, la izquierda y legisladores de Randazzo votaron en contra de la propuesta.

Julio De Vido , el otrora poderoso ministro de Planificación del gobierno kirchnerista, procesado en cinco causas judiciales e imputado en otras 26, permanecerá firme en su banca como diputado nacional del Frente para la Victoria.

Tras nueve horas de encendido debate en la Cámara de Diputados, fracasó ayer el intento de expulsar al actual diputado kirchnerista por indignidad moral, una jugada política que impulsaron, en conjunto, el oficialismo, el Frente Renovador, el Frente Progresista y un puñado de diputados peronistas.

Reunieron en total 138 votos. Para alcanzar los dos tercios que exige la Constitución Nacional les faltaron 20 votos. Hubo 3 abstenciones y 20 se ausentaron en el momento de votar.

El kirchnerismo, aliado a otros bloques, reunió 95 votos. Entre ellos se contaron los puntanos de Compromiso Federal; el Frente Cívico por Santiago; 3 diputados de izquierda, el Movimiento Evita (que responde a Florencio Randazzo) y un sector del bloque Justicialista. Todos ellos se exhibieron como un núcleo duro e infranqueable que, al finalizar la sesión, festejaron con una ovación. Varios diputados se arremolinaron alrededor de la banca de De Vido para felicitarlo.

«Conmigo no lo van a lograr, desde el lugar en el que tenga que estar, seguiré batallando en contra de este programa neoliberal que lleva al hambre y la miseria al pueblo argentino», se había defendido De Vido durante su discurso en el recinto.

«No nos importa hoy si alcanzamos el objetivo de la exclusión -enfatizó, en el discurso de cierre, el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri-. Lo que tenemos que hacer hoy es sembrar valores y protegerlos; no se trata de ganar o perder, hay que tratar de ser o no ser, no solo parecer; tenemos que evitar esa sensación de que el Parlamento es la válvula de escape de las conductas de los ciudadanos.»

El oficialismo impulsó la expulsión de De Vido por «indignidad moral» amparado en el artículo 66 de la Constitución Nacional, que confiere a ambas cámaras del Congreso facultades disciplinarias hacia alguno de sus miembros cuando éste incurre en una conducta impropia. Estas facultades van desde la remoción hasta la exclusión del cuerpo. Tanto los oficialistas como la bancada que conduce Sergio Massa alegaron que el prontuario del ex ministro kirchnerista, con cinco procesamientos a cuestas (uno de ellos, referido a la causa sobre la tragedia ferroviaria de Once, con elevación a juicio oral), es por demás contundente como para separarlo de la Cámara de Diputados.

«De Vido es indigno porque es el responsable de grandes desaguisados desde el Ministerio de Planificación que causaron enorme perjuicio al Estado y a los argentinos. Esto tiene su correlato en las causas penales en las que está involucrado: está denunciado en más de cien causas, imputado en 26 y procesado en cinco», argumentó, en el arranque de la sesión, el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Pablo Tonelli (Cambiemos).

El kirchnerismo denunció que la intención de expulsar a De Vido de la Cámara es inconstitucional ya que no pesa sobre él ninguna condena judicial. Y acusó al oficialismo y al Frente Renovador de buscar rédito electoral con esta embestida. «No se puede permitir que un legislador votado por el pueblo sea expulsado porque se considera, al año y medio de ser legislador y en plena campaña, que ahora lo quieren «chivar expiatoriamente» por su gestión como ministro», enfatizó la kirchnerista Diana Conti. «No es De Vido quien le saca honorabilidad a esta Cámara, son ustedes», acusó al oficialismo.

«Tiene que ser la Justicia la que debe juzgar y dar sentencia, y sólo entonces la Cámara debe actuar», sostuvo la diputada Ivana Bianchi, presidenta del bloque puntano Compromiso Federal, socio político del kirchnerismo. Otro aliado, Remo Carlotto (Movimiento Evita), advirtió el antecedente que podría crear la expulsión de De Vido «en manos de mayorías circunstanciales», mientras que Alcira Argumedo (Proyecto Sur) enfatizó: «Soy crítica del kirchnerismo y no soy defensora del diputado De Vido, pero no voy a aceptar esta decisión discrecional y esta parafernalia electoralista recomendada por Durán Barba».

Los impulsores de la expulsión de De Vido se cansaron de repetir que el proceso es constitucional. «En su historia parlamentaria, esta Cámara excluyó a 13 diputados. En ningún caso hubo sentencia penal previa», recordó Tonelli.

«Esta Cámara ejerce la facultad constitucional que le concede el artículo 66 para evaluar el mérito de la situación procesal de De Vido. Este diputado agravia al cuerpo y escandaliza al pueblo», enfatizó Mónica Litza (Frente Renovador).

Sobre el final, y en uno de los discursos más encendidos, la diputada Silvia Lospennato arremetió contra los diputados no kirchneristas que apoyaron ayer a De Vido. «A los diputados de izquierda les pregunto: ¿qué les pasó? Ustedes reclamaban por la injusta muerte de Mariano Ferreira, ustedes denunciaron la sociedad entre De Vido,(José) Pedraza y los hermanos Cirigliano, ¿Qué les pasó que ahora le defienden sus fueros?», espetó.

Fuente: La Nación