Nico Rosberg, de punta a punta, se llevó el GP de Australia, primero de la temporada con un Mercedes. Su compañero de equipo -y pole- Lewis Hamilton, debió abandonar.
Como Vettel, el último campeón, con su Red Bull. Daniel Ricciardo, 2° fue descalificado. Así, Kevin Magnussen y Jenson Button completaron el podio. La temporada 2014 de la Fórmula 1 comenzó este domingo con un día de pesadilla para el equipo Red Bull y un contundente éxito del alemán Nico Rosberg en el Gran Premio de Australia. «Ha sido un inicio perfecto para la temporada, estoy muy agradecido a todo mi equipo. Es un gran coche», dijo un sonriente Rosberg, que logró a sus 28 años la centésima victoria de Gran Premio para Mercedes. Vettel, campeón mundial de las últimas cuatro temporadas, abandonó en la quinta vuelta. Rosberg compartió el podio con el australiano Daniel Ricciardo y el danés Kevin Magnussen, pero cinco horas después de finalizado el Gran Premio la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) descalificó al piloto local. En una decisión que se conoció a la medianoche australiana, la FIA alegó un exceso en el flujo de combustible del Red Bull de Ricciardo. Jo Bauer, delegado técnico de la FIA, explicó en un comunicado que el flujo de combustible en el motor del Red Bull de Ricciardo a lo largo de toda la carrera superó consistentemente el límite máximo impuesto por las reglas. Red Bull anunció de inmediato que apelaría la decisión de la FIA.»Las inconsistencias en el medidor de flujo de combustible de la FIA fueron constantes a lo largo de todo el fin de semana», dijo el equipo en un comunicado. Un final de día amargo para una carrera que había ofrecido novedades. Magnussen no sólo protagonizó el mejor resultado de un debutante en la Fórmula 1, sino que se convirtió en el primer danés en un podio en la historia de la categoría. En una carrera muy accidentada, sobre todo en el inicio, el español Fernando Alonso cruzó la meta quinto, aunque luego terminaría cuarto. «Resultado agridulce», sintetizó el campeón mundial de 2005 y 2006. El británico Lewis Hamilton, que partió en la pole position, tuvo una mala largada y pocas vueltas después recibió la orden de su equipo de abandonar la carrera para «salvar el motor». El motor fue también un problema para Vettel, ratificando que Red Bull llegó con importantes problemas técnicos a la temporada 2014. Antes de que llegara la descalificación, Ricciardo era quizás el hombre más feliz de todo Melbourne. «La mejora del coche es increíble. No entiendo como lo han conseguido, pero lo han hecho», dijo el australiano de 24 años con una sonrisa de oreja a oreja. Sonrisa ausente en Vettel, que largó en la décimo segunda posición, su peor ubicación en dos temporadas, y enseguida advirtió que tenía problemas en el motor. «Sabíamos que esto era difícil aquí… El motor no tiene potencia, toda la unidad de potencia es disfuncional, y si eso no funciona…», se lamentó Vettel. «Esto es muy decepcionante, pero es un año muy largo», añadió el alemán, que llegaba a Melbourne con nueve victorias consecutivas. Entre los pilotos que no alcanzaron la meta figuraron el brasileño Felipe Massa y el venezolano Pastor Maldonado. El mexicano Sergio Pérez sumó un punto al terminar décimo en la clasificación y su compatriota Esteban Gutiérrez fue décimo segundo. La revolución técnica en la máxima categoría del automovilismo mundial, que utiliza ahora motores de seis cilindros, complicó a muchos equipos, algo que se reflejó en la gran cantidad de abandonos, ocho en total. Los problemas de Vettel habían comenzado ya en la clasificación del sábado. Un problema de software convirtió a su Red Bull en un coche muy difícil de conducir hasta relegarlo al décimo segundo puesto, su peor posición de largada desde septiembre de 2012. Este domingo, en la vuelta de calentamiento de motores, el turbo perdió presión. «Intentamos revivir el coche, pero no fue posible», dijo el alemán, que ya se retrasó en la largada y terminó tirando la toalla en la quinta vuelta. Rosberg, en cambio, tuvo una largada perfecta. Salió disparado desde el tercer puesto para superar a Ricciardo y Hamilton y tomar el control de la carrera, disputada sin lluvia pero con fuertes rachas de viento. Instantes después la carrera se acababa para Hamilton. «Había un cilindro que no funcionaba, es mala suerte, no es culpa de nadie», explicó el británico. Los problemas técnicos no eran sólo de Hamilton y Vettel. Lo mismo le sucedía a Lotus, al Sauber de Gutiérrez, a los dos pilotos de Marussia y al debutante Marcus Ericsson en Caterham. El coche de seguridad hizo su ingreso en el décimo tercer giro por un error de conducción del finlandés Valtteri Bottas, que tocó el muro y dejó varios trozos de su Williams en medio de la pista. Así, los pilotos pudieron dejar de preocuparse por cuidar el combustible, que esta temporada tiene límites estrictos en cuanto a su uso. Tras el reinicio de carrera Rosberg recuperó la punta rápidamente seguido de Ricciardo. Magnussen sorprendió colocándose tercero, por delante del alemán Nico Hlkenberg y de Alonso. Con cada vuelta Rosberg fue ampliando su ventaja hasta cruzar la meta en 1:32:58,710 horas y con una diferencia abrumadora de 24,525 segundos sobre Ricciardo y 35,284 sobre Alonso para poner a Mercedes al frente del campeonato mundial tras años de dominio de Red Bull.