La semana pasada Cuarto Poder informaba de las denuncias previas que Claudia Saracho en Guemes había realizado antes de su femicidio. Hoy la justicia salteña informa que elevarán a juicio la causa, aunque nada dicen de las responsabilidades estatales que desoyeron el pedido de ayuda de la mujer.

Titulada “Cero en prevención” la nota publicada hace semanas por este medio daba cuenta de las denuncias que Claudia Saracho había realizado revelando las situaciones de violencia por parte de su asesino y padre de sus hijos. Ver aquí la nota: https://cuartopodersalta.com.ar/cero-en-prevencion-2/

La justicia informa hoy que Oscar Rolando Colque será llevado a juicio por el homicidio calificado de su ex mujer y la desobediencia judicial en la que incurrió al no cumplir con la prohibición de ejercer violencia en su contra y de acercarse a los lugares donde ella frecuentaba. Según señalaron “En el requerimiento hay conmovedores testimonios de las vivencias de esta mujer junto a quien fuera su pareja y padre de sus 10 hijos”.

El fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Pablo Paz, requirió juicio contra Oscar Rolando Colque por el femicidio de Claudia Soledad Saracho, a la que le quitó la vida el pasado 11 de Junio con un arma blanca, haciendo caso omiso de las restricciones que se le habían impuesto por violencia de género.

La acusación formal contra Colque es homicidio calificado por la relación de pareja y por femicidio y desobediencia judicial en concurso ideal. En tanto, la imputación por lesiones agravadas por el vínculo en perjuicio de su hija, se descartó al aclarar la propia joven que se lesionó en una de sus manos cuando al intentar defender a su madre, tomó el filo del cuchillo.

En los elementos probatorios reunidos, constituye una parte fundamental el relato de los hijos, familiares y vecinos de la familia, que hablan de numerosos y aberrantes hechos de violencia a los que la víctima era sometida durante muchos años por su pareja, que padecía adicción al alcohol.

Una de las testigos expresa que Claudia Soledad Saracho le decía “Cuántas veces me hizo conversar la muerte con cada piña que me da” y recuerda que Colque no tenía empleo fijo, que no contribuía a la economía del hogar y que cuando se reunía con amigos a beber, volvía “envalentonado” a celar a su esposa que realizaba todo tipo de tareas para sustentar a sus 10 hijos.

Para el fiscal Paz no existen dudas del dolo homicida con que obró el imputado, máxime si se analizan los testimonios, los hechos de violencia familiar entre las partes, el motivo de las discusiones y agresiones verbales a las que sometía Colque con su esposa, potenciadas por su adicción al alcohol.

La justicia salteña condenará así al asesino y femicida de Claudia, pero intentando evadir las responsabilidades estatales en una provincia en estado de emergencia social por violencia de género. El caso de Güemes es el fiel reflejo de la poca prevención y del escaso trabajo articulado de los organismos estatales en justamente prevenir la muerte de mujeres que pidiendo ayuda,  fueron asesinadas en manos de la violencia machista.