Visitó la carpa de los qom en la 9 de Julio antes de retomar sus recorridas por Formosa y Corrientes.

 Un gesto diferenciador para con el gobierno nacional. Dos recorridas por provincias del Norte, donde el kirchnerismo obtuvo las mayores distancias en las dos últimas citas electorales, 19 días antes del ballottage.

Después de su descanso en Tandil y de sus respuestas mediáticas a la «campaña del miedo» que según su búnker intenta instalar el Gobierno, Mauricio Macri volvió a la campaña. En una jugada con el sello de su secretario de Gobierno, Marcos Peña, visitó a los indígenas qom que desde hace nueve meses acampan en la avenida 9 de Julio sin haber obtenido respuestas de la Casa Rosada a su reclamo por la propiedad de sus tierras ante el gobierno formoseño. Precisamente a la tierra gobernada desde 1995 por Gildo Insfrán partió Macri horas más tarde, en el comienzo de un periplo por el norte argentino que continuó en Corrientes y que hoy seguirá en Santiago del Estero y Chaco.

«Hay mucho por hacer. Dialogando y respetando la historia podremos encontrar las soluciones», afirmó Macri a los periodistas luego de pasar media hora en la carpa que ocupan los qom encabezados por Félix Díaz, un feroz crítico de la gestión de Insfrán. «Es importante este acercamiento del señor Macri, nunca tuvimos la posibilidad de ser escuchados», dijo Díaz, que hasta despidió a Macri con un abrazo que sorprendió al líder de Pro, que llegó junto con su ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el subsecretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj. También estuvieron la diputada Patricia Bullrich y el dirigente del GEN Gerardo Milman, alejado de Margarita Stolbizer y con participación directa en la concreción del encuentro con Díaz, según contaron a LA NACION desde el gobierno porteño.

Contento por la foto, que lo muestra «como un líder que escucha», Macri se fue a Formosa. Recorrió la localidad de El Colorado en caravana y encabezó un acto en la capital provincial junto al senador radical Luis Naidenoff y a su correligionario Ricardo Buryaille, ex candidato a gobernador contra Insfrán, que ganó el pasado 25 de octubre y comenzará en diciembre su sexto mandato consecutivo como gobernador.

«Tienen miedo de perder el poder y por eso inventan todas esas cosas, pero el miedo lo vencimos el 25 de octubre, cuando nos dimos cuenta de que somos muchos los que queremos un cambio y que se puede construir la Argentina que soñamos», dijo Macri en contacto con los medios locales.

La referencia fue, otra vez, a la campaña negativa que el kirchnerismo viene desarrollando contra el candidato de Cambiemos y que ayer incluyó, con desmentida incluida, al ministro de Salud, Daniel Gollán. «Esta campaña del miedo que está encabezando el Gobierno se le está yendo de las manos (…) no venimos a quitarle nada a nadie», agregó Macri antes de abandonar Formosa rumbo a Corrientes, donde encabezó un acto junto con el gobernador (también radical) Ricardo Colombi.

Por lo menos de manera pública, nadie se ve preocupado por el efecto electoral que podría tener la ofensiva de Daniel Scioli, su contendiente del FPV. «No estamos preocupados, hacemos nuestro camino», afirmaron a LA NACION desde un despacho importante del Congreso. La tranquilidad se extiende al propio Macri, quien de todos modos volvió a criticar de manera personal a Scioli. «Lo avala o se hace el distraído», dijo el líder de Pro con relación a su rival. «Pensé que tenía otros valores, que era buena gente», repitió a una radio.

Por orden del propio Macri, quedaron congeladas las tratativas para ocupar cargos, aunque eso deje en suspenso hasta el lunes 23 la integración de los gabinetes de Horacio Rodríguez Larreta (Capital) y María Eugenia Vidal (provincia de Buenos Aires). «El único objetivo hoy es que Mauricio sea presidente. ¿Cómo gobiernan Horacio y María Eugenia con el kirchnerismo en contra?», se preguntó un importante referente de Pro.

A pesar del hermetismo, distintas fuentes consideraron en diálogo con LA NACION «muy probable» una fuerte jugada futura de Macri: ubicar a Emilio Monzó, su principal armador territorial desde hace años, a la cabeza del bloque macrista en la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre. «Mauricio gobernó la ciudad con tres patas: la Legislatura, el jefe de Gabinete y la Secretaría de Gobierno. Ahora va a hacer lo mismo», reflexionaron en el edificio de Parque Patricios. Monzó sería, en tal caso, quien buscara los acuerdos con otros partidos que Macri necesitará de manera urgente si llega a la Casa Rosada.

Fuente: La Nación