La colocación de cámaras de seguridad no fue demasiado bien pensada, al menos en cuanto a la protección de las mismas. Ya van un par de cámaras destruidas por supuestos delincuentes y también un par por estar colocadas a alturas muy bajas en lugares que circulan bondis y camiones. 54 millones de dólares bastante bien invertidos.
Hace un par de días el Ministro de SSeguridad, Eduardo Sylvester, anunciaba que ya son más de 200 las cámaras instaladas en diferentes puntos de la ciudad, faltan casi 900 cámaras para completar las 1100 hasta marzo próximo, las cuales son parte de todo un mecanismo de vigilancia que le costará a la Provincia un total de 54 millones de dólares que se irán para la empresa de Carlos Slim, Telmex.
Lo que llama la atención es que con un monto tal y con toda la expectativa que generaron en torno a la instalación de las cámaras no se tenga en cuenta la manera de protegerlas, o en todo caso, el lugar donde colocarlas, porque ya se registran dos casos en los que cámaras son dañadas por la circulación de vehículos de gran tamaño. Hace algunos días en el hospital un colectivo arrancaba una de las cámaras que estaba instalada a muy baja altura. Del mismo modo, un camión de reparto de gaseosas ayer en la esquina de calle Entre Ríos y Vicente López al estacionar terminó destruyendo una de las cámaras que ahí se colocaron.
Mucha plata y poca planificación siempre dan frutos.