Revelares es un observatorio de personas en situación de calle. Aportar soluciones a la problemática mediante estudios y proyectos es su misión. Uno de sus miembros detalla las dificultades para salir de una situación que padecen muchos salteños. (Stephanie Tiemersma)

Revelares es una alianza entre tres organizaciones sociales de la Provincia de Salta: Acción Pública Ciudadana, Fundación Manos Abiertas y Fundación Markani. Tienen como objetivo común brindar apoyo a personas que viven en la calle. Este colectivo considera fundamental incidir en políticas públicas que tengan concordancia con las necesidades y demandas que surgen de este sector de la población.

A lo largo del año pasado, ALIAR y la Unión Europea dictaron una serie de capacitaciones en Salta, Jujuy y Formosa. Las mismas tenían como objetivo formar y ayudar a fundaciones y organismos de bien social. Al finalizar estas jornadas, las tres asociaciones se unieron y realizaron la presentación de un proyecto que proponía una solución a la problemática de las personas en situación de calle. La propuesta  fue tomada y se creó el Observatorio Revelares.

La primera etapa del estudio fue la identificación de los actores que ya estaban trabajando en esta problemática y requerir información al respecto. Además se solicitó al público en general que proporcionara información respecto a gente en situación de calle mediante la página web del Observatorio; también se hizo una convocatoria de voluntarios para censar. La segunda etapa incluyó un proceso de identificación, relevamiento por observación, conteo y encuesta a personas sin techo. Se dictó una capacitación y con una georeferenciación diseñada e instrumentos de recolección y registro de la información, Revelares salió a las calles de la ciudad: “Si bien yo no fui censista, salí una noche a ver qué pasaba. Una de las personas a las que entrevisté no quería salir de la calle porque decía que se sentía libre, no tenía que pagar la luz, gas. Estaba entregado, había contraído VIH en la calle y no quería ir a ningún centro de salud. Esta gente muchas veces no tiene atención médica”, nos relata Gonzalo Guzmán, miembro de  Acción Pública Ciudadana, un grupo de abogados que trabaja en acciones de interés público y social.

Los datos relevados indican las tres principales razones por las que una persona termina en situación de calle: problemas familiares, económicos y dependencia a sustancias. El primer factor se presenta como el inicio de la vida en la calle. Tiene mayor impacto entre la población más joven, entre quienes iniciaron el secundario, no lo culminaron y tienen menos de seis meses viviendo en la calle. Los problemas económicos fueron mencionados una mayor cantidad de veces por  adultos entre 41 y 50 años. También por quienes no terminaron la educación primaria, y además por aquellos que están desde hace más de seis meses y menos de tres años sin vivienda. Finalmente, los problemas de consumo de sustancias psicoactivas son más frecuentes entre los grupos de adultos de 31 a 40 años, en los mayores de 51 y en quienes llevan más de tres años viviendo sin hogar. El consumo de alcohol aparece como una dificultad que se potencia durante la situación de calle y que se transforma en una barrera para la superación.

En relación a la paternidad, el 35,6% de la población encuestada manifiesta no tener hijos. Del total de personas que afirmaron tener hijos, el 68,8% afirma mantener algún vínculo con alguno de ellos y el 18,8% señala que no los ve.

Dentro de las dificultades más mencionadas, el 25% de la población encuestada marca como principal problema la falta de espacio propio. Otra problemática es la sensación de impotencia y frustración vinculada a las expectativas de superar esa situación de calle. La dificultad de “no poder salir de la calle” es constante en la población de más de 60 años, en conjunto por la preocupación por su salud. Un dato llamativo es que el 12, 2 % de la población en situación de calle toma la falta de afecto como el hecho más difícil de sobrellevar.

Caso Bulacio

La población masculina es la más numerosa en las calles, sin embargo también hay mujeres y niños. Gonzalo Guzmán nos comenta respecto a un caso que trató Acción Pública Ciudadana. La organización representaba a una familia con nueve hijos que había quedado en la calle: “Una de las experiencias que ha sido verdaderamente un caso que desnuda cómo el Estado le da la espalda a esta gente, es el caso de la familia Bulacio. Tenían nueve hijos y estaban en situación de calle porque ya no tenían para el alquiler y el señor había perdido el trabajo. Era panadero, tenía diabetes y quedó de un día para el otro en la calle. Vivieron durante todo el verano en una carpa en el balneario Xamena, pero cuando terminó el verano le dijeron ‘¿qué hacen acá como turistas?’”, explicó el abogado.

Ese fue el momento en el que su organización tomó contacto con la familia. Los dos padres no pasaban los 45 años, tenían nueve hijos y la mujer estaba esperando al décimo. Uno de los niños tenía retraso madurativo. Estaban inscriptos en el IPV hacía más de catorce años sin embargo nunca salieron sorteados: “Iniciamos una acción de amparo para obligar al IPV, no a que le regale una casa, sino a que en la próxima adjudicación se le asigne una casa a esta familia. Mientras tanto, que se le dé en comodato una vivienda hasta tanto se le asigne la vivienda definitiva”, nos relata Guzmán. Una vez planteado el amparo contra la Provincia, la jueza de la causa ordenó una audiencia de conciliación. El IPV aceptó celebrar un convenio con la familia y actualmente estas personas están en una casa bajo comodato en Barrio Parque Belgrano. Próximamente la Provincia va a asignarles una vivienda definitiva en un barrio que está construyéndose.

Mirando hacia adelante

“Estamos trabajando en un proyecto de ley que contempla una serie de obligaciones del Estado para implementar programas que tiendan a facilitar el acceso de las personas a sus derechos: a la salud, a la educación, al trabajo. Porque el gran porcentaje de personas quiere salir de la situación de calle pero no consigue la forma de hacerlo. Entonces hay que crear dispositivos desde el Estado para eso. Como primera medida tenemos un proyecto de ley que estamos prácticamente por lanzar”, anuncia el letrado. Por otro lado, comenta que están buscando instalar en la agenda de los candidatos a legisladores nacionales, provinciales y municipales la problemática de las personas en  situación de calle. La organización va a lanzar una campaña para entrevistar a los distintos políticos y evaluar quienes están dispuestos a poner en sus plataformas programas que garanticen el cumplimiento de los derechos de las personas sin techo.

Nuestro entrevistado aclara que la solución de conflictos que devienen de vivir en la calle no es sólo cuestión del Estado sino también de la sociedad: “Las personas en situación de calle se sienten invisibles. Nosotros pasamos y ni los vemos. Para mí también eran invisibles. Nunca me detuve a pensar un minuto por qué esta gente está en situación de calle y qué podemos hacer nosotros como sociedad. Yo creo que esto me enriqueció mucho, este proyecto. Es un escándalo para la sociedad que una persona no tenga acceso a los derechos más básicos, pero no es obligación sólo del Estado sino también de nosotros como sociedad. Cada uno, desde su lugar, tiene la obligación de aportar a la solución. El primer paso es visibilizar el problema, que las personas no sean invisibles ni para el Estado ni para nosotros”, reflexiona Guzmán.