Llegó al gobierno con la promesa de cerrar la grieta pero Gustavo Sáenz sigue declamando su intención de aniquilar al otro. Aseguró que busca deskirchnerizar al municipio aunque en ese municipio nunca hubo tal corriente.
Aunque dicen que el consenso y el dialogo es lo suyo, el macrismo y sus aliados como Gustavo Sáenz en Salta siguen fomentando la grieta, ese fenómeno por medio del cual los adversarios de hoy no pretenden convencerse entre sí sino aniquilarse.
Es lo que confeso que quiere hacer Gustavo Sáenz en el programa Sin Libreto. Allí el intendente de la Ciudad reafirmó su condición ideológica como peronista, despegando al kirchnerismo de las doctrinas justicialistas y afirmando que su objetivo es “deskirchnerizar a la municipalidad”. Lo curioso del caso es que en esa municipalidad nunca hubo kirchnerismo alguno: políticamente era conducido por Miguel Isa que respondía a Urtubey; financieramente a Carlos Abeleira y Sebastián Gomeza que respondían a Carlos Parodi y por ende a Urtubey. A pesar de ello, el intendente insiste en ver la amenaza K en lugares donde no existen.
El jefe comunal detalló que su llegada al municipio fue a través de un frente plural, característica que decidió mantener a la hora de conformar su gabinete de gestión. En esta línea ponderó su origen peronista y señaló que no busca “desperonizar al municipio” sino que apunta a “deskirchnerizarlo”. Sáenz separó al gobierno anterior de las doctrinas peronistas, y aseveró que “destrozó al peronismo y hoy vemos que nada tenía que ver con él, por eso hay que crear nuevamente los cimientos del justicialismo”.