La pandemia del Covid-19 generó y sigue generando muchos conflictos institucionales en la UNSa y en la UCASAL, los cuales  abren diversas cuestiones en torno a la educación y a las políticas necesarias para garantizar su acceso. Nos preguntamos: ¿hasta qué punto la educación brindada por las entidades privadas puede ser reducida a un mero servicio?, ¿hasta dónde llega actualmente la autonomía institucional?, ¿Cómo garantizar el derecho a la educación superior sin necesitar la articulación explicita con el estado? (Raúl Omar Silvestre)

Si bien sabemos que estas experiencias son novedosas, inclusive para muchos seguirá solamente hasta que termine la pandemia, lo cierto es que esta circunstancia mostró que las autonomías institucionales no dependen de las instituciones mismas, sino de las coyunturas estructurales de cada país u provincia. Y teniendo en cuenta sus dimisiones, tanto económicos, como de salud pública, se explicita que se hace necesario  de un  trabajo colectivos entre  las instituciones de educación superior y el estado (provincial y nacional).

Para entender las particularidades de los conflictos institucionales, hay que considerar sus antecedentes  frente la pandemia del Covid-19.

Antecedente de la Universidad Nacional de Salta.

Resolución 361/2020 emitida por el Rector de la UNSa Víctor Claros. Dicha medida abría la posibilidad de  las acreditaciones evaluativas en la modalidad virtual. Esto genero un malestar generalizado en la comunidad universitaria, muchos espacios elaboraron su repudio, ante este descontento el Rector desplazo la responsabilidad hacia las Facultades y promovió becas de conectividad para acceder a las plataformas virtuales. Sin embargo, quedo explicitado que la institución no cuenta con los recursos suficientes para garantizar el acceso a la educación.

Actualmente la UNSa se encuentra procesando las últimas palabras de la Vice Rectora Graciela Morales, en las que afirmó  “estamos reuniéndonos con las facultades para que aquellos alumnos que les falten algunas materias para recibirse puedan llegarse a la universidad y rendir de manera presencial”. Sin embargo, esta medida sería una contradicción, ya que hasta ahora no se ha reformulado el calendario académico suspendido, institucionalmente las clases todavía no comenzaron en la UNSa.

Antecedente de la Universidad Católica de Salta

Cuando comenzó la pandemia del covid-19 esta casa de altos estudios asumió directamente la modalidad virtual, intentando avanzar con su calendario académico (fechas de parciales, horarios de cursadas, etc.). Pero muchos estudiantes expresaron sus dificultades, inclusive se puso en cuestión el precio elevado de las cuotas, porque no se justifica con el gasto que la institución realizar para garantizar las condiciones de cursada.

Hace unos días  las autoridades de la UCASAL afirmaron que “se tomaran los exámenes ordinarios de manera presencial y que próximamente se darán a conocer los detalles con respecto al protocolo del distanciamiento social”, ante esto los estudiantes recordaron el pedido de “amparo judicial” que están realizando contra la institución, porque aquí  se estaría generando algo similar. No se estaría respetando la obligación del “deber de información” contemplado en el derecho del consumidor. La denuncia legal fue realizada en marzo de este año por la ONG “Usuarios y Consumidores Unidos y actualmente se encuentra en el juzgado laboral N° 4, a cargo de la Jueza  Avila Ricci.