Entre los beneficiarios de las becas deportivas «Eduardo Chañe» figura el hijo de la Subsecretaria de Deportes municipal, Silvina Urueña. De la entrega participaron, además de los concejales salientes, sus compañeros de gabinete.
La semana pasada, veinte jóvenes deportistas amateur recibieron por parte del Concejo Deliberante las becas deportivas «Eduardo Chañe», denominadas así en memoria del periodista fallecido por Covid-19 en el año 2020. La selección de los mismos se llevó a cabo en el marco de la Comisión de Deportes, Turismo y Recreación, y estuvo a cargo de ediles, funcionarios y periodistas.
La sorpresa fue grande al conocerse que, entre los beneficiarios de la ayuda estatal, se encuentra el hijo de la Subsecretaria de Deportes municipal, Silvina Urueña.
El joven representante de Popeye Béisbol Club en la categoría Hockey percibirá durante todo el 2022 montos mensuales equivalentes a 500 Unidades Tributarias (UT). La suma de las erogaciones alcanzará los $138 mil, pero estará sujeta a los aumentos en la UT que se analizarán en el presupuesto 2022.
De más está aclarar que el talento y el mérito del muchacho están fuera de discusión, pero ¿Cuál es el verdadero sentido de una beca? A priori se trata de aportes económicos provenientes de fondos públicos para el desarrollo de objetivos académicos, artísticos, deportivos, etc. Su implementación se justifica en el hecho de que los destinatarios de las mismas no pueden, por sí sólos, costear el desarrollo de sus proyectos. Bajo ningún aspecto se trata de premios o reconocimientos al mérito. Vale preguntarse entonces: ¿Un funcionario municipal con el rango de subsecretario necesita de la ayuda estatal para acompañar los proyectos de sus hijos?
Más llamativo aún resulta el hecho de que sus propios compañeros del gabinete municipal hayan participado de la entrega. En la ceremonia estuvieron presentes la Directora de Deportes Adaptados del DEM, Fernanda Ten y la Secretaria de Deportes y Juventud de la municipalidad, Josefina Chávez Diaz, quien además es su superior inmediata.
El hecho pudo haber pasado desapercibido de no ser porque la funcionaria en cuestión puso muchos peros a la hora de dar respuestas a las demandas de los clubes. Cuando referentes de otras instituciones fueron a solicitarle ayuda para que niños puedan practicar el deporte obtuvieron como respuesta que: «el Hockey es muy costoso y lamentablemente es así».