Un joven de 19 años se salvó de ser violado por su propio amigo. Ocurrió en un domicilio en Orán. El presunto agresor engañó a su víctima para que acudiera a su casa. Luego intentó el abuso, impedido por la Policía.

Al mejor estilo de Policiales de El Tribuno de hace algunos años, cuando los artículo parecían redactados más para regocijo de la redacción del diario que por servicio informativo, el sitio ultraoficialista Informate Salta publicó este martes una nota sobre un intento de violación en Orán.

La noticia, titulada “Policías salvan a un joven ‘changarín’ de ser violado por un amigo”, relata lo sucedido el lunes pasado en la ciudad de Orán. Asegura que la  víctima, de 19 años, fue a la casa de su abusador convencido de que iba a participar de una fiesta con mujeres y bebidas, pero luego se dio cuenta de que era el “pato de la boda”.

A continuación, la noticia completa, que no tiene desperdicio:

Este curioso incidente, denunciado el lunes pasado en la subcomisaría Mitre, en la ciudad de Orán, fue denunciado por un changarín de 19 años, quien relató que su agresor, identificado como “Cabeza e cuchi”, lo fue a buscar a su casa, en el barrio Mataderos, con una seductora invitación.

El sujeto, según la denuncia que pudo conocer Informatesalta, lo invitó a su vivienda, pues allí lo esperaban algunas mujeres y mucho vino. Ante semejante invitación, el joven changaría no dudó y rápidamente se cambió para participar de la faena.

Al llegar a la casa del agresor, en la esquina de las calles Arenales y Luis Vilte, en la ciudad de Orán, el joven se dio cuenta de que en la vivienda no estaban las chicas y lo peor fue que tampoco había rastros de suficiente vino, por lo que el panorama se tornó más que sombrío.

Esperanzado en que las invitadas estén demoradas y en que el vino esté a resguardo, el changarín se acomodó en la casa de “Cabeza e cuchi”, quien apenas llegó a su casa comenzó a cerrar todas las puertas, hecho que a su invitado no le pareció raro, sino más bien una acertada medida de seguridad.

Una vez que estuvieron solos, el anfitrión sacó unas botellas de vino que tenía guardadas, hecho que encendió los ojos y las esperanzas del changarín, quien al ver que había bebidas sólo esperaba que llegaran las chicas y así, la fiesta estaría completa.

Eso, sin embargo, no sucedió. Tras terminarse una botella, “Cabeza e cuchi” se levantó cerró la puerta con llave e invitó al joven a que se quede a dormir, pues las mujeres no iban a llegar. Sin contestar a la invitación de su amigo, y cuando aún se lamentaba porque las chicas no llegaban, el joven se vio sorprendido cuando su anfitrión se le acercó y comenzó a tocarle la cola.

Lo que siguió fueron horas de terror, pues el changarín trató de todas formas escapar de esa casa, pero le fue imposible. Tampoco se animaba a enfrentarse con su amigo, quien lo superaba ampliamente en contextura física.

En esos momentos, en que su suerte estaba echada, de pronto alguien apareció y golpeó el portón de la vivienda, lo que obligó a “Cabeza e cuchi” a salir a atender, distracción que fue aprovechada por el joven changarín para correr al fondo de la casa y refugiarse debajo de un camión viejo y destartalado.

Desde ese escondite, el joven llamó al Servicio de Emergencia del 911 para pedir ayuda, pues el organizador lo quería someter sexualmente. Con su teléfono celular, y mientras su agresor lo buscaba afanosamente por los fondos de su casa, el changarín guió a los policías, quienes hacían sonar las sirenas de sus patrulleros para darle esperanzas al joven de que estaban cerca.

Con el ruido de las sirenas cada vez más cerca, “Cabeza e cuchi” abandonó su faena y se dio a la fuga, tras lo cual el joven salió de su escondite y alertó a los policías respecto a los terribles momentos que vivió en la casa de su acosador.

Varios patrulleros recorrieron la zona, pero no pudieron dar con “cabeza e cuchi”, quien tendría ya antecedentes de otros hechos de acoso sexual similares, según revelaron fuentes policiales.