El ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, anunció  que se identificaron 70 casos de coronavirus en las escuelas desde la reapertura de las aulas el pasado 11 de mayo y en todos ellos se cerró el centro educativo correspondiente.

“Esto en primer lugar es una muestra de que estamos siendo estrictos”, explicó Blanquer en declaraciones a la televisión francesa RTL, al tiempo que recordó que son unas 40.000 las escuelas infantiles y colegios de primaria las que retomaron la actividad lectiva hace una semana.

“Casi siempre se trata de casos que surgen fuera de la escuela”, apuntó Blanquer. Para el ministro estos cierres eran “inevitables”, pero siguen siendo “minoritarios”.

En Roubaix, una localidad fronteriza con Bélgica, siete centros educativos fueron cerrados tras detectarse un caso Covid-19. Algo parecido ocurrió en Sens, al sur de París, donde suspendieron las clases en 24 centros por un solo caso.

El ministro argumentó que “las consecuencias de no ir a la escuela son mucho más graves” y señaló que hay médicos que aseguran que asistir a clases es menos peligroso que quedarse en casa. “Nuestros niños no deben ser víctimas colaterales de las medidas de salud”, remarcó.