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Una realidad que todavía no está disponible

PrEP, el tratamiento que le dice adiós al riesgo de la transmisión del VIH,  aún no llega a la Argentina. De qué se trata. Qué dicen los expertos. Las expectativas y los riesgos.

Un informe publicado el viernes en el suplemento Soy del diario Página 12 informó sobre PrEP, el tratamiento contra el VIH que aún no llega a la Argentina y ya es moneda corriente en Estados Unidos.

El informe asegura que el consumo diario de las drogas antirretrovirales tenofovir y emtricitabina reduce un 99% el riesgo de transmisión del virus. Los investigadores bautizaron al tratamiento “profilaxis previa a la exposición” o PrEP. La revista Time lo consideró la innovación médica de 2010.

Cada año hay 2,6 millones nuevas infecciones de VIH en el mundo. Con PrEP se espera que estos números bajen. En la Argentina, la Fundación Huésped realizó una encuesta online entre 180 personas gays para ver qué pensaban del PrEP y unas de las respuestas más frecuentes fue “voy a sentirme más relajado teniendo relaciones sexuales con gente que no conozco”.  Hubo proyectos del Ministerio de Salud para estudiar PrEP en mujeres trans y hombres que tienen sexo con hombres pero se cayeron por la crisis.

El artículo asegura que una de las razones por las que este tratamiento preventivo no se ha implementado aun en la Argentina radica en que la distribución de la medicación en gran volumen la debería hacer el Estado, además de que implicaría incrementar la medicalización de la sociedad. La presión de las multinacionales para que la gente salga a comprar PrEP a través de sus obras sociales no es tan fuerte como en Estados Unidos. Así, en 2015, el registro de PrEP para prevenir VIH no fue aprobado por la ANMAT.

Según datos oficiales, el 10% de la población gay tiene VIH en el país. En el caso de la personas trans, la cifra es del 35%. Unas 6000 personas contraen el virus cada año. Y se cree que el 30% de las personas con VIH no han sido diagnosticadas. Los especialistas saben que no alcanza el preservativo. La percepción del VIH cambió. Al no verse a mucha gente morir y saber que es tratable, el pánico social se redujo e hizo que muchos no utilicen profilácticos.

Según el médico Pedro Cahn, el país va a terminar adoptando eventualmente alguna política con PrEP. Pero no reemplazará a los preservativos u otras medidas que permiten relaciones sexuales seguras, sino que se usará como método complementario. “Aún no tenemos vacuna –señala– pero contamos con nuevas armas como PrEP”. La Sociedad Internacional del Sida la considera clave para acabar con la epidemia de acá a 2030.