No asumió y ya es noticia: Atta Gerala,  intendente electo de Morillo se refirió a los disturbios ocurridos en ese municipio. Los atribuyó a seguidores de su rival político y advirtió que prepara despidos para deshacerse de los díscolos aunque en tono magnánimo, aseguró que los “perfil bajo” no perderán sus puestos.

Durante los 16 años que gobernó Morillo (Rivadavia banda Norte) acumuló denuncias por aprietes y hasta el robo de $1.250.000 en diciembre del 2011 cuando dejó el cargo por haber perdido las elecciones del lugar. Este año, sin embargo, recuperó la intendencia en una reñida elección con Marcela Carbajal a la que derrotó por 29 votos. Sus detractores, no obstante, exigen que no vuelva al cargo y desde la semana pasada reclaman que la justicia haga lo que hasta ahora nunca hizo: enjuiciar a Geralla por las múltiples denuncias que pesan en su contra.

Pero lo que empezó con un acampe la semana pasada en la Ciudad Judicial de Tartagal, terminó hoy de manera violenta cuando casi una centenar de personas que intentaron interrumpir la realización de obras golpearon y provocaron quemaduras dos policías que realizaban una guardia en el lugar. Consultados por el programa “Hablemos de política” que se emite por FM Aries, Atta Gerala atribuyó los incidentes a personas vinculadas a la intendente saliente Marcela Carbajal de quien dijo quiere desestabilizar el municipio.

No fue eso lo único que declaró. Gerala se mostró enérgico y aseguró que una vez que asuma de librara de todos los empleados vinculados a la actual intendente que es del Partido de la Victoria aunque, magnánimo, aseguro que “los pobres que necesiten el trabajo y los de perfil bajo mantendrán sus puestos”. Eso sí, cuando fue consultado sobre el estado judicial de sus múltiples causas declaró que eso es parte de una campaña política en su contra aun cuando las denuncias tienen casi una década.