Una Auditoría detectó irregularidades en el funcionamiento de la Cooperadora Asistencial de Joaquín V. González. Del total de gastos en alimentación, casi el 20% corresponde a Golosinas. También hay una “diferencia” en la caja de casi 17 mil pesos. (DOM) 

Los familiares de Judith Palma todavía exigen justicia, aún cuando ya muchos han olvidado el caso: una criatura de 9 años, que fue secuestrada, violada y asesinada, cuando se encontraba vendiendo pan en cercanías de la Terminal de ómnibus.

El Estado sólo se hizo presente, tras la muerte, para tratar de deslindar responsabilidades: la entonces ministra de Derechos Humanos, Silvia Pace, dijo que eso no era técnicamente “trabajo infantil”, puesto que si bien la chica se pasaba vendiendo pan unas 6 u 8 horas al día, no recibía plata por su labor y técnicamente hablando el sueldo es lo que hace que el trabajo sea trabajo.

Ha pasado casi un año desde esa muerte. Y hoy una auditoría permite saber cómo y por qué el estado estuvo ausente antes de ese trágico deceso.

El informe

En el mes auditado (mayo de 2011), el municipio destinó solo $ 75.180 a ayudar a personas carenciadas; pero hubo declarados solamente $ 48.525. En Salud fueron a parar $ 8.623  (17,77%); en alimentos, $ 15.028, (30,97%) y bajo el rubro siempre ambiguo de “otros gastos” se asentaron $24.873, que representan el 51,26% de lo gastado.

Además de la voluntad ahorrativa del municipio (como si no hubiera necesitados) la auditoría señaló las extrañas prioridades de gastos: “Del total de gastos en alimentación según documentación respaldatoria se destina el 62.72 % a mercaderías, el 18,98 % a golosinas y el 18,30% restante a la adquisición de pan”. ¿Casi el 20% en golosinas?

Dentro del rubro “otros gastos”, según documentación de respaldo, se destinó el 38,92% a la adquisición de útiles escolares, el 28,15 % zapatillas, el 17,25 % sepelio y el 15,68 % a subsidios otorgados.

El problema detectado especialmente en este rubro es que los controles y las formas de verificar los gastos reales se hicieron más complicados. “En el proceso de pago existe fuerte debilidad en el registro de los mismos que permita un adecuado control interno de la salida de los fondos administrados”, dice la auditoría.

Esta “debilidad” se traduce en un faltante de plata. “En el procedimiento de pago la Cooperadora cancela una o más facturas de los proveedores mediante la emisión de cheques, se constata la inconsistencia entre los importe a pagar que surge de los documentos de respaldo por $ 49.593,41 y los correspondientes a la salida de fondos, cheques emitidos por $ 66.266,60 existiendo una diferencia  de $ 16.673” dice el informe.

Los investigadores muestran lo siguiente: hay una factura por de $ 1.948 y el cheque para cancelar esa factura es por  $17.945. “Tal como se expone en el punto 2, no resulta posible determinar su causa”, dicen, diplomáticos, los auditores.

Tampoco debería llamar la atención que las Facturas correspondientes a la adquisición de mercaderías, golosinas y útiles escolares no cumplen con los requisitos de facturación.

Las irregularidades continúan en el principal organismo encargado de ayudar a los carenciados en Joaquín V. González. Un municipio que decide hacer negocios con la ayuda de los más necesitados es un municipio que propicia las tragedias.