La edil Sandra Vargas expresó su malestar por la ninguneada. “Le pasó a un montón de gente que no la dejaron ingresar. No sólo a mí, sino a varias personas”, dijo.

La visita a Salta del Ministro Rogelio Frigerio y del compañero de fórmula de Mauricio Macri, Miguel Ángel Pichetto, fue algo caótica, acaso por un inesperado número de periodistas y de militantes o simplemente por la falla en algunos eslabones de organización.

La concejal Sandra Vargas, de la UCR, fue una de las que sufrió los daños colaterales de esa desorganización: no la dejaron pasar a una actividad extra en la que estaban los funcionarios nacionales.

No es que hubiera un cartel que dijera Radicales abstenerse. Pero lo cierto es que a Vargas le cerraron el paso y no pudo ingresar, pese a tener una invitación.

“La invitación la tuve, lo que pasa es que a veces hay gente encargada en los ingresos que no conoce, no hubo un buen trato, le pasó a un montón de gente que no la dejaron ingresar. No sólo a mí, sino a varias personas”, dijo la edil, entrevistada en Fm Pacífico, como tratando de minimizar la situación.

El descargo en caliente lo había hecho unas horas antes, en su cuenta de Facebook, contra Francisco Benavides. “El trato que tiene con la gente no es correcto. Él estuvo más en el papel de guardaespaldas. El comportamiento no es el indicado”, dijo.