No es que realmente esté abandonada, sino que la falta de personal, que cuando hay algún percance deben salir y cerrar con llave, hace que la comisaría de La Silleta sea el claro ejemplo de un sistema policial que se acumula en el centro capitalino y olvida al resto.
La denuncia fue publicada en el Portal de Quijano, en ella se da cuenta de las vicisitudes que deben pasar estos policías, que son supuestamente tres, pero en realidad son dos los que quedan a cargo y por turno en la comisaría de la Silleta, que además cumple las funciones de lugar para la retención de presos federales hace mucho. Entonces, si hay algún llamado salen los dos policías que están en el lugar y deben cerrar con llave la puerta hasta que vuelvan. “No hay 911, ni motoristas, ni bicipolicías que acudan, La Silleta queda en el total abandono” dice la nota.
Los problemas no acaban ahí, sino que también se les rompió el móvil, a pesar que hace poco asignaron uno nuevo, entonces son dos, pero la misma cantidad de policías. “En efecto, habemus nuevo móvil, y ahora nuestros 7 policías cuentan con dos; pero seguimos en la cola por la asignación de más personal, que REALMENTE pueda acudir y controlar a las situaciones de violencia que estamos viviendo”.
La Silleta, es uno de los tantos ejemplos que se encuentran a lo largo de la provincia, cuyo gobierno se jacta de tener un número mayor que Nueva York en cuanto a la relación cantidad de policías por habitante. Esto, como queda demostrado en este caso, no se refleja en los márgenes, sí, en el centro.