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Un fin de semana cualquiera

Otra vez policías y otra vez un joven que recibe una paliza. Esta vez en Tartagal, lo sacaron del boliche y le dieron un par de piñas y patadas en el rostro.

Todavía está fresca la imagen de un muchacho en Pichanal mientras era utilizado como bolsa de entrenamiento por un cana pasado de revoluciones. Una prueba de que ese no es un caso aislado es la que puede encontrarse una entrevista publicada en el portal videotarnoticias.com, en ella un joven con el ojo de color azul e hinchado como si hubiese sido picado por una abeja.

La historia de este muchacho es como la de varios jóvenes que reciben la ira de los policías en un fin de semana cualquiera. El joven cuenta que estaba en el boliche, un tanto mamado y por ende se tropezó con otro bailarín, los canas vieron esto y pensaron que era mejor sacar al ebrio del Boliche Amir. Eran las 4 de la mañana y en la salida del boliche la gente miraba cómo le daban una paliza hasta deformarle el rostro. “vino uno y me pegó una piña, entonces me caí. Le digo eh vieja, qué te pasa… así. llegó el otro y me pegó una patada” narra mientras recuerda que fue luego que sus amigos salieron del boliche para llevarlo. Cuando se despertó a la mañana tenía toda la cara hinchada producto de los golpes y patadas que le propinaron los policías.

Además informó que realizará la denuncia directamente en la fiscalía, porque ya sabe que realizar una denuncia por abusos policiales en la policía no tiene mucho sentido.