Icono del sitio Cuarto Poder

Un espía al servicio de Pamela Calletti

Asumió el Subsecretario de Políticas Criminales. Es Ramiro Lucena, el salteño denunciado en la Justicia Federal de Río Negro por espionaje al senador nacional Miguel Ángel Pichetto y a diputados, gremialistas e intendentes de esa provincia.

La historia que involucra al nuevo subsecretario provincial es larga, como la historia del espionaje mismo. Y como suele ocurrir en estos casos, la trama comenzó con una interna política en la provincia de Río Negro que enfrentaba al propio Pichetto con el actual gobernador rionegrino Alberto Weretilneck quien – recordemos – asumió en el cargo en enero del 2012 tras la muerte del gobernador que recién asumía, Carlos Soria, quien fue asesinado por su esposa.

Una recorrida por medios rionegrinos, muestra que la disputa entre Pichetto y Weretilneck comenzó a principios del año 2014 cuando el senador nacional se opuso al acuerdo que promovía el gobernador para extender los contratos con Petrobras. En esa batalla hubo un empate extraño: Pichetto logró que la legislatura provincial rechazara la iniciativa de Weretilneck quien al menos logró devolver un golpe desplazando en la misma sesión al vicegobernador Ariel Rivero que respondía a Pichettoi.

Las cosas se tensaron meses después cuando el gobernador se pasó a las filas del masismo para enojo del jefe de los senadores peronistas nacionales quien por entonces era un kirchnerista furioso. Ocurrió en agosto de 2014 y a menos de una semana de la migración política del mandatario a las filas que conduce Sergio Massa, la Agencia Digital de Noticia de Rio Negro publicó la denuncia por espionaje que realizó Pichetto contra el gobernador Weretilneck.

Allí salió a la luz el nombre del salteño que hoy juro ante la ministra de DDHH Pamela Calletti: Ramiro Lucena, por entonces Director de Análisis Criminal e Investigaciones en el Ministerio de Seguridad y Justicia de Río Negro; el hombre al que los medios rionegrinos describieron como un subteniente especialista en inteligencia y que prestó servicios en la “maldita bonaerense”.

Y aunque Pichetto también apuntó contra el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo, también vinculado a la Bonaerense, los ojos se posaron en el salteño de quien se supo que realizó cursos en Israel y se radico en Viedma cuando el entonces ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Ricardo Casal, lo autorizara a mantener su grado en la policía bonaerense y a pedir licencia para asumir como funcionario rionegrino. “Yo decidí su nombramiento por una recomendación y su perfil. Todo lo hicimos a través de un pedido formal a Casal”, explicó aquella vez a PERFIL el ministro Di Giácomo.

Eso no fue todo. El 20 de agosto de ese año el propio Pichetto converso con el programa radial “La Mañana de Radio Seis” y se refirió directamente al salteño al que por entonces creía bonaerense: «Ramiro Lucena es policía bonaerense, es especialista en inteligencia y contrainteligencia, a través del sistema informático y de la telefonía. Es un sujeto que está preparado para hacer esto. Tiene expertiz, tiene conocimiento y tiene capacidad para llevar adelante su tarea. Y acá no vino al Ministerio de Seguridad para hacer investigación criminal y detectar bandas, vino para darle información al ministro de Gobierno», sentenció Pichetto quien aseguraba que eran varios los legisladores, gremialistas e intendentes, que se sienten observados y escuchados «desde las sombras».

Por ese entonces, en la presentación judicial se pidió “que se tomen las medidas precautorias urgentes para asegurar las pruebas” y se indicó que había elementos para comprobar delitos informáticos y contra la ley de inteligencia nacional. Pero no era todo, además de Pichetto el primero en exponer a Lucena fue la diputada provincial Ana Piccinini (PRO) quien aseguraba que existía una estructura paraoficial dedicada al espionaje político.

En nuestra provincia las referencias sobre Lucena eran casi nulas. Sólo una reseña que el portal salteño Qué Pasa Salta publicó el 2 de julio del 2014 en la sección “Subí tu nota”, donde un anónimo daba una reseña del espía aunque con la idea de resaltar lo bien que le iba a un comprovinciano en la otra punta del país.

Hoy, Lucena volvió a ser noticia en la provincia. La página oficial del gobierno salteño anuncio que el espía asumió como nuevo subsecretario de Políticas Criminales y Asuntos Penitenciarios. La encargada de ponerlo en funciones fue la cuestionada ministra de Derechos Humanos y Justicia, Pamela Calletti, quien se ha vuelto blanco de las organizaciones de mujeres que piden su renuncia ante la ola de femicidios y casos impunes que asolan a la provincia.