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Un crecimiento insuficiente

El 44% de las precandidaturas están conformadas por mujeres, pero sólo el 30% de ellas encabeza las listas. Si bien las alianzas cumplen con la ley de cupo, no alcanzan la equidad.

En 1991, apenas el 6 por ciento de las diputadas nacionales eran mujeres. Ese año se sancionó la ley de cupo, que buscó revertir esa situación al establecer un piso de 30% de candidatas en las listas para las elecciones legislativas. Desde entonces, la participación femenina en la Cámara baja fue creciendo hasta su récord en 2007, con un 39,8%. En la actualidad, las mujeres ocupan el 38% de las bancas en Diputados y un 44% de los lugares en las listas para las PASO del 13 de agosto.

Este año, 947 de los 2134 precandidatos a diputados nacionales son mujeres, según surge de una base de datos de LN Data verificada con la Justicia Electoral y los partidos políticos al cierre de esta edición.

En las elecciones de 2015, según un estudio del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), fueron 1601 los precandidatos, de los cuales un 42,7% eran mujeres (864), un porcentaje apenas menor al de este año.

Desde organismos especializados como Cippec, ELA y Directorio Legislativo, así como desde algunos partidos (el Frente Renovador impulsó sin éxito el proyecto de paridad el año pasado en el Congreso), señalan que la regulación sobre la representación de las mujeres en Diputados en la Argentina se encuentra atrasada respecto de otros países de la región (como Bolivia, Ecuador y México) y europeos (Francia y España), que ya introdujeron una regla de equidad en la representación legislativa.

La ley nacional se encuentra rezagada incluso respecto de las siete provincias donde la paridad es ley: Córdoba (2000), Santiago del Estero (2000), Río Negro (2002), Salta (2016), Buenos Aires (2016), Chubut (2017) y Neuquén (2017).

Este año la única lista totalmente constituida por mujeres en el país es la del FIT de Río Negro, que lleva, en total, dos precandidatas. En tanto, la Cámara Nacional Electoral impugnó la lista de Ciudad Futura en Santa Fe «por no tener integrantes varones».

En el «ranking» de proporción femenina, detrás está el Partido Demócrata de Chaco, que postuló a tres mujeres entre cuatro precandidatos. Le siguen 28 listas que llevan un 66 % de mujeres (con dos mujeres en una lista de tres candidatos).

Los cuatro partidos con menor proporción de candidatas pertenecen a Tucumán y a Chaco. Se trata, respectivamente, de Cambiemos para el Bicentenario y Frente Amplio de Tucumán (que responde al peronismo); el FIT y el Partido Nacionalista Constitucional (Unir), del ex diputado massista Alberto Asseff. Presentan listas únicas de cuatro candidatos, de los cuales sólo una es mujer.

En las 17 listas presentadas para la Cámara baja en Buenos Aires, el 43% de los precandidatos son mujeres. La lista con mayor presencia femenina pertenece al Movimiento Organización Democrática, que lleva 22 candidatas de un total de 35 postulantes (63%). Del otro lado, la fuerza de la provincia que lleva la menor cantidad de mujeres es Todos por Buenos Aires, con 11 postulantes mujeres. Apenas supera el 30 por ciento que exige el cupo.

En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, se presentaron en total 24 listas, con 312 candidatos, de los cuales 132 son mujeres (42%). La lista porteña con mayor presencia femenina pertenece al partido El Movimiento, que lleva 8 mujeres de un total de 13 postulantes (62%). Y las tres fuerzas que llevan la menor cantidad de mujeres son Acción Ciudadana, Bandera Vecinal y Sur en Marcha (todas llevan 4 candidatas en listas de 13 postulantes y apenas superan el 30 por ciento).

La imposición de una cantidad mínima de mujeres no es suficiente para garantizar su participación en el Congreso. Para eso se sancionó el decreto reglamentario 1246/2000, que determina que, además de constituir el 30% de las listas, las mujeres deben estar ubicadas en lugares «expectables» y posicionadas según un mecanismo de «alternancia» (deben intercalarse mujeres y hombres). Esto se denomina, en términos jurídicos electorales, «mandato de posición».

Mientras ninguna ley reglamenta quién debe ocupar los primeros lugares, en 2015 las mujeres estaban al tope del 20 % de las listas de precandidatos. Este año, la mayor parte de las listas sigue estando encabezadas por hombres, pero hubo una mejora de 10 puntos, es decir, alcanza el 30%. Cuando se analiza el segundo lugar en las listas este año, el porcentaje de mujeres aumenta a 77%.

El ex director nacional electoral (2001-2015) Alejandro Tullio aseguró que la decisión sobre los primeros lugares en las listas «obedece más a una cuestión estratégica que de género». «Cuando una mujer encabeza una lista está desmintiendo los prejuicios de que muchas están candidateadas sólo por el cupo. Las que encabezan están sí o sí por su propio valor», dijo.

En todo el país hay nueve alianzas que no llevan mujeres ni en el primer ni en el segundo lugar. Pertenecen a las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Misiones y la Ciudad de Buenos Aires. En La Rioja ninguna lista está encabezada por una mujer.

«Llevar una mujer en el tercer lugar puede reflejar dos cosas. O que el partido que arma la lista incluye a las mujeres sólo por obligación; o que la sociedad no premia ni castiga a quien pone a las mujeres en lugares más expectables o a quienes las postergan», analizó Tullio.

«No se puede obligar por ley a priorizar a la mujer. Hay que dar libertad a cada partido para que elija», opinó María Barón, directora ejecutiva de Directorio Legislativo. Pero destacó: «Cuando se sancionó el cupo, las mujeres que se postulaban respondían a los hombres que las habían puesto en las listas: sus padres, maridos, tíos. Eso se fue revirtiendo y hoy hay mujeres encabezando las listas por su propio valor».

En Buenos Aires, cinco de las 17 alianzas llevan mujeres a la cabeza: Unidad Ciudadana (Fernanda Vallejos); Cambiemos (Graciela Ocaña); Izquierda al Frente (Manuela Castañeira), el Frente Socialista y Popular (Gabriela Troiano); y en la interna del Partido Federal (Mercedes Di Profio).

En la Ciudad, la presencia de «cabezas» mujeres es menor, sólo dos en las 24 listas: Elisa Carrió (Cambiemos) y Patricia D’Astre (Partido Renovador Vecinal). Mientras tanto, una lista porteña no lleva mujeres ni en primer ni en segundo lugar: Sur en Marcha.

Fuente: La Nación