Un operativo de control vehicular en la Ruta Nacional N° 3 terminó por destapar un posible caso de falsificación de remitos y tráfico de materiales no ferrosos. La protagonista inesperada del escándalo: Metalnor, una firma salteña que, según diversas fuentes, mantiene estrechos vínculos con el romerato, el entramado político y empresarial que orbita en torno a la histórica familia Romero.
Aunque los medios locales que reportaron el incidente no mencionaron explícitamente a la empresa, las imágenes que acompañaron la cobertura muestran, de forma inequívoca, a un camión identificado con el logo de Metalnor. Esta firma, que opera en el rubro del acopio, compactación y disposición de materiales ferrosos en Salta, ha sido señalada en otras ocasiones por su cercanía con estructuras políticas ligadas a los Romero. En este contexto, el reciente hallazgo pone en entredicho no solo las prácticas comerciales de la compañía, sino también la posible protección política que la rodea.
El operativo y las primeras irregularidades
Los hechos ocurrieron el pasado viernes durante un control de rutina. Personal de la Caminera detuvo un camión Scania G410 con acoplado que circulaba desde la provincia de Salta. El conductor, un hombre de 42 años, declaró estar transportando 2700 kg de cobre. Sin embargo, al revisar el remito, los agentes notaron signos de adulteración. La diferencia entre el peso declarado y el que evidenciaba visualmente la carga despertó suspicacias inmediatas.
Ante estas irregularidades, se procedió a la incautación del rodado, la mercadería y los dispositivos móviles del conductor. Todo fue trasladado bajo custodia a la ciudad de Caleta Olivia para su análisis. Las investigaciones continúan, centradas ahora en establecer el origen del cobre, la autenticidad de los documentos y la existencia de una posible red de tráfico de metales.
El silencio de Metalnor y las conexiones incómodas
Hasta el momento, Metalnor no emitió ningún comunicado oficial sobre el episodio, manteniendo un sugestivo silencio que no ayuda a disipar las dudas. La empresa ha sido históricamente una de las beneficiarias de contratos y habilitaciones vinculadas a la gestión de residuos metálicos en la provincia de Salta, un sector que —según algunos analistas— ha operado bajo la sombra de intereses cruzados entre lo público y lo privado.
El nombre de la familia Romero ha sido vinculado en más de una oportunidad con firmas del rubro, y Metalnor aparece en ese entramado como una de las piezas centrales. El reciente episodio en la Patagonia, entonces, no hace más que poner en primer plano un entramado de relaciones que merece ser investigado con mayor profundidad.