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Un arrepentido de la causa cuadernos murió tras caer de su avioneta

Juan Chediak fue titular de la poderosa Cámara Argentina de la Construcción y uno de los empresarios «arrepentidos» en la llamada causa Cuadernos. Tenía el 80% del cuerpo quemado tras accidentarse en una avioneta.

 

El empresario Juan Chediak, dueño de la constructora Chediack S.A.I.C.A, falleció este lunes por la mañana luego de casi un día internado en estado crítico tras estrellarse la avioneta en la que viajaba al intentar aterrizar en el aeropuerto de San Luis.

La noticia fue confirmada esta mañana por el Hospital Ramón Carrillo, donde estaba internado. «Desde el Hospital Central Dr. Ramón Carrillo informamos que Juan Chediack de 69 años, quien se encontraba internado en Cuidados Críticos con pronóstico reservado, luego de sufrir en el día de ayer un accidente aéreo, ha fallecido hoy a las 10:00 hs.«, dice el comunicado.

Chediack estaba internado en el área de Cuidados Críticos con politraumatismo grave, quemaduras del 80% del cuerpo y con «compromiso vía aérea», además de un traumatismo grave de tórax y fractura del miembro inferior izquierdo.

Cuadernos

Chediack fue uno de los empresarios más conocidos de la Argentina. Cómo presidente de la Camarco tuvo un rol destacado que tomó mayor notoriedad pública cuando se convirtió en uno de los arrepentidos en la causa de los Cuadernos de la corrupción luego de ser señalado por su colega, Carlos Wagner, quien dijo que era uno de los integrantes del “club de la obra pública” e integrantes de la banda que, a criterio del juez y los fiscales que llevaron adelante la causa, habría liderado Néstor y Cristina Kirchner para hacer negocios desde el Ministerio de Planificación y cuyos negociados quedaron fueron descriptos en las anotaciones del chofer Oscar Centeno.

En agosto de 2018 el constructor se presentó en la fiscalía a cargo de Carlos Stornelli y allí reforzó lo declarado como arrepentido por Wagner. Chediack, quien fue acompañado a Comodoro Py por Pablo Lanusse, dio detalles de su relación personal con funcionarios del kirchnerismo y las coimas.

Chediack confirmó que integró el Club de la Obra Pública que cartelizó los precios y las licitaciones e incluso afirmó que le pagó coimas personalmente al ex ministro Julio De Vido en el living de la casa del ex funcionario y en el baño del Ministerio de Planificación. Fueron Wagner y el financista Ernesto Clarens los que terminaron comprometiendo a Chediack que apenas se enteró de los dichos del primero corrió a los tribunales de Retiro a convertirse en imputado-colaborador y contar cómo Clarens lo había presionado junto a José López para informarle cuánto dinero debía entregar mensualmente a Planificación.

“Si querés seguir trabajando, tenés que pagar”, afirmó Chediack que le dijo De Vido. Pero además, según sus palabras, Clarens también le advirtió: “Escuchame, nene, te quiero el lunes con los 250 mil pesos, no seas el chivo expiatorio, no seas el primer pelotudo que hacemos cagar”. También apuntó contra José López, al señalar el lugar que había ganado después de la muerte de Néstor Kirchner: “Cristina comenzó a apoyarse en él. El triángulo empezaba a ser Cristina, López, Clarens. El mismo Julio De Vido se sentía desplazado por esto. (…) López tenía listas con las empresas que no podían trabajar y tenía listas con prioridades de pago de la Dirección Nacional de Vialidad…”.

Entonces, el fallecido juez Claudio Bonadio procesó a Chediack, Wagner y Clarens como miembros iguales de la asociación. Pero los fiscales Carlos Stornelli Carlos Rívolo apelaron: dijeron entonces que a Wagner, Clarens y a otros deben ponerlos como organizadores, pero que a Chediack y a otros no debían procesarlos por dádivas, como dijo el juez, sino por una figura más grave: cohecho (coimas).