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Turismo en caída: Inflando números

Las estadísticas en materia turística pintan un panorama auspicioso, pero carecen de rigurosidad y podrían comprometer las estrategias de promoción futuras. Empresarios hoteleros advierten que la actividad viene cayendo desde hace tres años y que el último fin de semana largo fue, por lejos, el peor en mucho tiempo.

Nicolás Bignante

 

Las cifras difundidas sobre ocupación hotelera e impacto económico del último fin de semana largo en Salta podrían diferir notoriamente con la realidad. El optimismo oficial, replicado también en el ámbito del municipio capitalino, choca de frente con la impresión de los propietarios de hoteles, quienes vienen advirtiendo una caída sostenida del turismo receptivo desde la pandemia a la fecha.

El fundamento del desacople se encuentra, en primer lugar, en las falencias metodológicas a la hora de elaborar mediciones fiables; y en segundo lugar, en la proliferación de alquileres temporarios que lentamente ganaron terreno en el mercado en detrimento del sector hotelero. En ambos casos, la respuesta del ministerio de Turismo y Deportes a cargo de Mario Peña no parece haber estado a la altura. Tampoco se destacaron los aportes de la secretaría municipal de Cultura y Turismo, ni de las cámaras que nuclean a empresarios del sector.

Los especialistas coinciden en que la elaboración deficiente de muestreos condiciona negativamente las estrategias de promoción turística, ya que al no contar con datos fiables se parte siempre de un diagnóstico erróneo. Esto no fue impedimento para que en distintos momentos del fin de semana largo circularan cifras y mediciones discordantes entre sí.

El relato

De acuerdo a la información oficial ofrecida por el ministerio de Turismo y Deportes de la provincia, la tasa neta de ocupación fue del 83,4% a partir de la llegada de 30.549 turistas a distintos alojamientos registrados. El pernocte promedio fue de 2,4 noches y el gasto promedio por persona se ubicó en torno a los 15.427 pesos, lo que habría generado un impacto económico de 1.118.379.354 de pesos. Curiosamente, el día sábado, cuando aún no había llegado una cantidad importante de turistas, la Cámara de Turismo a cargo de Gustavo Di Mécola difundió cifras cercanas al 90%.

Las regiones turísticas con tasas más altas de ocupación fueron: “Valle de Lerma” (89%) con pico en Chicoana que alcanzó un 93,3%; “Valles Calchaquíes” (82%) con Cachi como referencia con un 88,8%; “Destinos Cercanos” con 80%, en este caso con San Lorenzo con un promedio de 88,7% y la ciudad de Salta (87,5%). Este último dato difiere del presentado por la Municipalidad de Salta que estimó la ocupación promedio en 85%.

El 77% de los turistas llegaron de otras provincias argentinas, un 8% fueron salteños recorriendo los diferentes municipios y el 15% internacionales, de los cuales el 60% llegó desde países de la región y un 28% desde el continente europeo.

El municipio capitalino, en tanto, reportó unos 9.000 arribos turísticos con un impacto económico estimado de 276.383.765 millones de pesos. El comunicado de prensa municipal expresa textualmente: “Los turistas destacaron el orden y la limpieza de la ciudad”. Al parecer el sondeo no tuvo en cuenta la opinión del periodista Antonio Laje, que en su programa televisivo de América TV disparó munición gruesa contra la gestión Romero. “La ciudad está destruida. Es una verdadera pena”, sostuvo en un fragmento que se viralizó en las últimas horas.

Los métodos

Para que las mediciones sobre ocupación hotelera tengan un mínimo de rigor estadístico se debe apelar a los relevamientos diarios de hospedaje. Esto es, a la consulta diaria sobre el porcentaje de ocupación de cada uno de los hoteles. Para esto se toma una muestra por categorías (cinco, cuatro, tres estrellas) y se elabora un promedio que después se coteja con los datos del sector privado. Dicha metodología no se está aplicando actualmente y, de hecho, la Cámara de Turismo no cuenta siquiera con un área de estadísticas.

El impacto económico total de un fin de semana largo se mide a partir de encuestas al turista en la vía pública, en terminales o en aeropuertos, que consisten básicamente en consultar a los visitantes cuánto gastaron en promedio. En todos los casos se trata de “aproximaciones”, pese a que en los partes oficiales se presentan como cifras exactas.

Así y todo, no se deja en claro cuál es el tamaño de la muestra (cantidad de casos), por lo que no se puede asegurar que la misma sea representativa. Tampoco se explicitan las técnicas de muestreo utilizadas en el espacio público. En definitiva, cuando se habla del impacto económico del turismo en una determinada temporada, las «aproximaciones» pretendidas no parecen estar muy próximas a la realidad.

“Una de las peores temporadas”

Rodolfo Antonelli fue secretario de Turismo municipal durante la gestión de Miguel Isa y en diálogo con Cuarto Poder no ocultó su escepticismo respecto de las cifras oficiales. “Es lamentable porque están mintiendo. Lo que duele es que sobre estos datos estadísticos se trabaja después en la promoción y al tener datos erróneos, se trabaja en una posición totalmente diferente”, sostuvo.

Para Antonelli, la temporada de verano en Salta fue una de las peores en el último tiempo. “Yo vengo viendo desde hace algunos años la caída del turismo. Si hablás con los dueños de hoteles, te van a decir que en enero trabajaron bien, pero febrero y marzo fue una penuria. Debe haber sido una de las peores temporadas que hemos tenido. Es cierto, hay una situación económica a nivel país, pero Salta está perdiendo posicionamiento”.

El exfuncionario del isismo destacó también la falta de mediciones serias a nivel provincial, municipal y privado: “Hace algunos años, a las estadísticas las llevaba la Cámara Gastronómica. Lo que se hacía era que dos personas se encargaban del chequeo diario. Se llamaba a los hoteles de acuerdo a las categorías y se hacía un chequeo de pasajeros, de estadía, de cantidad de días que pensaban quedarse, etc. Eso se lo volcaba todo en una planilla estadística. El ministerio hacía exactamente lo mismo. Cuando terminaba el feriado largo se juntaban las partes que integraban el Consejo Asesor con el ministro de Turismo y se cotejaban los datos para luego sacar un comunicado oficial. Hoy eso no existe”, lamentó.

Y agrega: “La cámara de Turismo salió el día sábado (por el pasado 8 de abril) a decir que la ocupación era del 90%. No habían llegado los turistas y ya decíamos que estábamos en un 90%. Yo no creo que haya pasado el 70% de la ocupación en la ciudad de Salta Capital”.

Competencia desleal

En el sector comenzó a utilizarse el término “turismo ilegal” para referirse al creciente mercado de alquileres temporales que hoy compiten en desigualdad de condiciones con las empresas hoteleras. Actualmente existen edificios completos destinados a funcionar bajo esta modalidad. Esto, aseguran los empresarios del sector, le está haciendo mucho daño al turismo. “El turista que antes venía a un hotel ahora se va a un departamento. Está más cómodo, está muy bien equipado, le sale más barato”, detalla Antonelli. “Está muy bien que trabajen, pero que lo hagan en igualdad de condiciones, pagando impuestos y convenios colectivos. La provincia está perdiendo mucha plata por día porque no hay aportes de ningún tipo. Hoy a un hotelero le conviene sacar el cartel de Hotel y trabajar como departamento en negro”, añadió.

La crisis se agudiza todavía más si se tiene en cuenta que las acciones de promoción de Salta como opción turística parecen haber quedado muy atrás en relación a otros destinos como: Iguazú, Jujuy o Bariloche. “La pandemia hizo daño, pero si encima no lo acompañamos con promoción turística es muy difícil que levantemos cabeza. ¿Sirve de algo llevar un stand de Salta a Mar del Plata en enero? No sirve de nada, porque el que eligió sus vacaciones ya está ahí. Personalmente, lo veo al gobernador preocupado por el turismo, pero si no tiene información veraz y objetiva le están haciendo meter la pata. “, remató Antonelli