La recaudación por infracciones de tránsito se disparó 140% en la ciudad de Salta en un lapso de 8 meses. Los mecanismos para el labrado de actas se multiplican mientras que las campañas de prevención brillan por su ausencia.

 

La proliferación de herramientas y elementos al servicio de la recaudación fue y es una inmarcesible manía bettinista. En sus casi tres años de mandato fueron variados los intentos por engrosar las arcas municipales, de los cuales algunos naufragaron y otros sirvieron para incorporar nuevos recursos sancionatorios.

Dentro del primer grupo se puede mencionar el fallido convenio con la cámara empresaria CECAITRA, para la elaboración compulsiva de fotomultas, un proyecto que terminó fracasando por lo alevoso de sus irregularidades. En tanto, dentro de la lista de medidas fructíferas en materia recaudatoria, puede incluirse la incorporación de nuevas tecnologías tendientes a agilizar el labrado de actas.

Es en ese contexto que las multas de Tránsito -que representan el 80% de las infracciones que ingresan al Tribunal de Faltas- cobran una brutal relevancia: Solo entre enero y agosto, la recaudación mensual por distintas faltas a la Ley de Tránsito pasó de $5 millones a $12 millones. Una multiplicidad de factores -internos y externos- contribuyeron decididamente al fenómeno.

Cristian Abdenur, presidente del Tribunal de Faltas municipal, explicó a este medio que: «Cuando una infracción pasa a juzgado, es porque se trata de una infracción grave o bien, ha tenido estado en la causa. Es decir, que el vecino o vecina ha ejercido su derecho a defensa. En el juzgado, la causa ha tenido tratamiento y ha llegado a una sentencia condenatoria». En definitiva, la estimación no toma en cuenta la enorme cantidad de infractores que se allanan al pago voluntario de sus multas. Entre todos representan el 50% de las infracciones, pero aportan un volumen menor a la recaudación. 

«En enero el municipio recaudaba 5 millones de pesos y hemos cerrado agosto con un poco más de 12 millones. Venimos notando un ascenso en la recaudación que puede ser por distintos motivos. Se han nombrado dos jueces más en el Tribunal, hemos podido notificar a una mayor cantidad de gente», señaló Abdenur.

Las nuevas notificaciones, se dieron a partir de una serie de nombramientos, pero fundamentalmente a partir de la implementación de la notificación digital. Este proceso acortó significativamente los tiempos necesarios para llegar a una sentencia. «Hemos nutrido de personal a la oficina de notificaciones. Pasamos de tres notificadores a nueve. La notificación electrónica válida como notificación fehaciente nos ha permitido llegar a más vecinos», ponderó el presidente del Tribunal. En definitiva, ser expeditivos en el cobro de multas (aunque eso implique destinar más recursos) siempre es negocio. 

¿Recaudar o prevenir?

A pesar de las erogaciones destinadas a campañas de educación y concientización, el número de infracciones no se ha movido en los últimos tiempos. El promedio estimado mensual de actas que llegan a los despachos de Tribunal de Faltas es de 5000, aunque los valores varían de un mes a otro. En el primer mes del año se contabilizaron alrededor de 3500, mientras que en julio el total fue de 6500.

Este escenario podría interpretarse como consecuencia de la irresponsabilidad individual de los conductores, tal como lo hicieron los principales medios locales. Sin embargo, confluyen aquí dos realidades: el carácter cosmético y testimonial de las campañas de prevención, y la puesta en funcionamiento de nuevas formas de labrar multas.

Al margen de algunas acciones dispersas y enfocadas en lo mediático, las campañas preventivas rara vez son prioridad para el municipio. «A la oficina de Raúl Córdoba no le tiran ni un mango. Apenas tiene pa’ imprimir algunos folletos», reconoció a este medio un inspector de Movilidad Ciudadana.

Para lo que si hay recursos, vale decir, es para la implementación de artefactos, tecnología y software que facilite y agilice el cobro de multas. Las cámaras Go-Pro incorporadas a los cascos de los inspectores motoristas son un ejemplo de ello. De esta forma, explican desde Movilidad Ciudadana, se podrá agilizar el trámite administrativo para la constatación de las infracciones.

El problema parece ser que la agilidad administrativa va en detrimento del derecho ciudadano a apelar la infracción en el momento, ya que las tomas captadas desde el marote de los inspectores se descargan directamente en el Tribunal Municipal de Faltas.

Esta semana, de hecho, se presentó el Plan de Control Vehicular, que señala los tres pasos a seguir en caso de que un inspector detecte una falta de tránsito: 1) la constatación; 2) el labrado de la infracción con dispositivos electrónicos o mediante el registro con cámara del Sistema de Monitoreo de Movilidad Ciudadana; y 3) la colocación de un aviso adhesivo de color rojo en el parabrisas de los vehículos infractores con la leyenda “Infracción Vial”.

Que no prescriban

Una multa prescripta por el paso del tiempo es una oportunidad perdida desde la óptica de quien necesita recaudar. Desde el Tribunal de Faltas reconocen estar trabajando para evitar que se extingan esas obligaciones a favor de la comuna. «Para que las multas no prescriban lo que tratamos de hacer es que en determinado tiempo pasen al juzgado. Las infracciones leves prescriben a los dos años y las graves a los cinco», reconoció Abdenur. 

«La mitad de las infracciones son por estacionar en lugares prohibidos, es decir, faltas leves. Estamos avanzando para que, pasados los 30 días de la fecha de infracción, automáticamente pase al juzgado», añadió. 

Todas las acciones, como se ve, apuntan de una manera u otra a la agilización de los trámites recaudatorios. A la gestión Bettina, sólo le faltó anexar las multas a las boletas de EDESA.

 

La inflación hace lo suyo

Si los mecanismos propios fallan, la inflación siempre puede ser una aliada en el arte de hacer caja. La dependencia de las Unidades Fijas (UF) al valor del medio litro de nafta súper hizo que, en poco más de una semana, los valores de las multas crecieran entre un 9% y un 48% dependiendo de la infracción. Estos son los nuevos valores mínimos y máximos.

 

Mal Estacionamiento: Aumento del 48,60%

Doble Fila: Mínimo: $7120 Máximo: $21.360- Pago Voluntario: $3560

Lugar Prohibido: Mínimo: $3560 Máximo: $7120- Pago Voluntario: $1780

Falta de Licencia: Aumento del 14,21%. Mínimo: $7120 Máximo $21360- Pago Voluntario: $3560

Falta de Casco: Aumento del 9,80%. Mínimo: $10680 Máximo: $35600- Pago Voluntario: $ 5340

Falta de Documentación: Aumento del 9,77%. Mínimo: $ 7120 Máximo: $ 21360-Pago Voluntario: $3560

Alcoholemia: Aumento del 9,42%. Mínimo: $21.563,60 Máximo: $71.413,60- Causa Grave sin pago voluntario y a criterio Juez de Faltas

Falta de Cédula: Mínimo: $3560 Máximo: $ 7120

Falta de Revisión Técnica Obligatoria: Mínimo: $7120 Máximo: $21360

Falta de Seguro: Mínimo: $7120 Máximo: $21360