En septiembre comenzaría a operar en Salta el primer telescopio del proyecto Toros. Buscará detectar colisiones estelares en galaxias ubicadas 600 millones de años luz. Del análisis de esos choques podrían surgir pruebas de la existencia de las ondas gravitacionales que predice la teoría de relatividad de Einstein.
El instrumento será instalado en el cerro Macón, en la Puna salteña, a 4.650 metros sobre el nivel del mar. Allí, científicos del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (Iate) y del Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC) están creando el Centro Astronómico Macón con tres proyectos en marcha. El portal Región Norte Grande, reseñó que el sector fue estudiado por el Iate, en conjunto con el Observatorio Europeo del Sur (ESO), para determinar sus cualidades para albergar grandes telescopios. Si bien ESO decidió no instalar ningún instrumento, los estudios determinar que el cerro Macón es un excelente sitio para observación del espacio, debido a su clima y calidad del cielo.
El primer instrumento del proyecto Toros es un telescopio robotizado de 40 centímetros de diámetro que podrá ser comandado remotamente a través de una conexión de Internet. Es más pequeño que el definitivo, cuya instalación se prevé para 2016. Su tarea será detectar cierto tipo de señales lumínicas. Una de las grandes predicciones de la teoría de la relatividad general indica que las grandes colisiones entre objetos masivos compactos (como estrellas de neutrones o agujeros negros) generan ondas gravitacionales, las cuales son perturbaciones en la matriz del espacio-tiempo y provocan variaciones temporales de distancias
Si bien con la distancia se tornarían cada vez más tenues, estas vibraciones producirían inicialmente un tipo de destello que puede ser captado mediante técnicas de observación astronómica. Existe incertidumbre sobre el lugar donde puede ocurrir este fenómeno. Por esa razón, el telescopio de Toros deberá explorar el cielo de manera permanente. En caso de alerta, tendrá que enfocarse en una región específica.