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“Te debo un pedazo de mi orto, gracias hermano”

El hijo del ex ministro del Interior Julio Mera Figueroa está detenido. La increíble relación con Rafael Di Zeo y los integrantes de La 12.

Hay mucho de salteñidad en la historia de Mariano Mera Alba: secuestro, violación, vínculos mafiosos y barras gravas devenidos en matones: casi podría dar letra a una próxima temporada de El Marginal.

El hijo del fallecido ex ministro del Interior Julio Mera Figueroa acaba de ser procesado. Acusado por secuestro, abuso y lesiones, seguirá preso y le trazaron un embargo de $ 1.500.000.

La decisión la adoptó el juez en lo Criminal y Correccional Nº 56, Alejandro Adrián Litvack, quien entendió que existen «sobrados elementos de prueba» para concluir que «Jessica R. (su ex ama de casa) fue secuestrada», en desmedro de la versión que brindó el acusado la semana pasada.

Mera Alba pasó cerca de tres años prófugo. En noviembre de 2017 su ex pareja, Micaela Rodríguez, lo acusó por “abuso, lesiones y maltrato psicológico” y un año después, Jéssica, su ex empleada doméstica, denunció que fue secuestrada cerca del estadio de Boca y amenazada para declarar en contra de Micaela. El martes 18 de enero pasado el hijo del exfuncionario nacional fue arrestado en una zona de quintas de Moreno.

Para la justicia, el relato de la supuesta víctima del secuestro se encuentra respaldado por el informe elaborado elaborado por la licenciada en psicología Gabriela Luna.

El magistrado también tuvo en cuenta el informe médico de la Policía Federal Argentina (PFA), que detalla distintas heridas.

Qué dijo Mera Alba

Durante la declaración indagatoria, el acusado negó la imputación y brindó una versión distinta de los hechos. Por ejemplo, dijo que no secuestró ni golpeó a Jessica, a quien supuestamente «conoce desde chica y considera una hija».

El hijo de Mera Figueroa hizo hincapié en que la denuncia realizada en la UFI n° 8 de Morón fue patrocinada por Micaela Rodríguez, su expareja.
También señaló que «Micaela había comenzado una campaña de difamación de su persona, contactándose con todas las mujeres que él tenía como amistades en Facebook para convencerlas de hacer falsas denuncias en su contra con clara intencionalidad política».

Otra prueba: el celu

Más allá de todas las teorías conspiranoicas que Mera trató de sacar de la galera, otro elemento que lo incrimina: el contenido de uno de los teléfonos de Mera Alba incautados en los allanamientos llevados a cabo en la Parrilla Los Colorados.

Con ese teléfono, envió el día del hecho mensajes a dos imputados.

Un mensaje parece corroborar que fue la barra brava de Boca Juniors la que le entregó a Mera a la joven.

Hay un mensaje. El receptor es un tal “Rafa”, con el escudo de Boca en su perfil de WhatsApp. “Marian, mirá que la estuvieron buscando hoy y no la vieron a la piba, no saben dónde se metió, si anduvo en la tribuna o anduvo por otro lado, porque no la engancharon, pero ya la vamos a embocar, si no es hoy es el domingo, quédate tranquilo, yo te aviso, vos no te preocupes”, le dice el hombre el 20 de septiembre a las 0:46 horas, en la jornada del hecho.

Una semana antes, el tal “Rafa” le aseveraba: “Mirá que tengo lo de la mina, vamos a ver si el miércoles la hacemos caer… el palito, así que ya sabemos quién es, ya hablé con los pibes esos que están en la foto, ya sabemos todo; ya puse pillo a los pibes, todo, sabemos todos, le vamos a hacer una jugadita y la vamos a traer para que la agarrés vos”.

En un mensaje a “Rafa”, Mera le agradecía por la gestión: “Te debo un pedazo de mi orto, gracias hermano”.