Martino no se va. Cuál es el plan para curar las heridas de la selección, continuar con el trabajo y recuperar a Lionel Messi.
El futuro del seleccionado argentino entró en debate desde la derrota en la final contra Chile. Qué sería del equipo sin Lionel Messi, qué haría el resto de sus compañeros, qué decidiría Gerardo Martino. El vuelo que aterrizó anoche en Ezeiza trajo más penas que certezas, pero eso sí: dejó varias presunciones que, a la luz de algunos detalles que trascendieron con el transcurso de las horas, no harían tan grave la situación inmediata.
La primera bomba que habrá que desactivar es la que aseguraba que Martino les había presentado la renuncia a los dirigentes que acompañaron a la delegación. Nada de eso ocurrió. la nacion consultó varias fuentes y confirmó que el entrenador ya planea el trabajo para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. La misma AFA, en su Twitter, desechó los rumores: «Gerardo Martino y su cuerpo técnico volverán al trabajo el próximo lunes a las 15, al mando de la Selección Sub 23 que irá a @Rio2016».
Martino ya tenía decidido seguir al frente del seleccionado con cualquier resultado, pero las declaraciones de Messi, seguidas por un par de compañeros, abrieron un campo de dudas. Lo concreto es que el director técnico jamás pensó en irse y, si lo hubiera considerado, lo hubiera dicho en la conferencia de prensa oficial de la Copa América Centenario.
No hubiera entrado en la cabeza de Martino despedirse con un compromiso tan cercano como el de los Juegos Olímpicos, una cita a la que él mismo se empeñó en ir. Con el agregado de que inmediatamente después de la competencia en Brasil tendrá una doble fecha por las eliminatorias, ya en septiembre, todo indica que el Tata seguirá camino a Rusia 2018, mucho más si la AFA entra en un período de estabilidad en los próximos meses.
El resto del relato les apuntará a los jugadores. La mayoría temió un efecto cascada a partir de la renuncia de Messi. «Para mí se terminó la selección», aseguró el capitán ni bien terminó el torneo. Algunos parecieron secundarlo, como Sergio Agüero, que dijo que «varios» estaban pensando en retirarse del conjunto argentino. El único que intentó entender el contexto de la frase fue el arquero Sergio Romero: «Seguro lo dijo en caliente. No imagino una selección sin Messi. Calculo que reflexionará». En realidad, nadie se imagina un equipo sin el Nº 10.
Cuentan quienes estuvieron cerca que los jugadores casi ni hablaron sobre el futuro. Apenas hubo algunas mínimas referencias sin demasiada precisión. Los más cercanos a Messi ni siquiera amagaron con alejarse de la camiseta celeste y blanca. Ni Agüero ni Javier Mascherano ni Éver Banega ni Lucas Biglia, entre los que se intuía que podían entregar un mensaje más o menos parecido al de Messi. Nadie atinó a nada.
Todos apuntan a que el descanso calmará los nervios y acomodará las ideas, como sucedió entre las mil y un versiones después de la derrota en Chile 2015. Son los mismos que dicen que Messi podría cambiar su decisión una vez que tome distancia del seleccionado argentino. Hasta que otra vez el tiempo le haga sentir ese cosquilleo que lo obliga a tomar un avión desde cualquier parte del mundo por el solo hecho de ponerse una camiseta celeste y blanca.
Fuente: Cancha Llena