Como si el coronavirus no fuera poco. Tenemos una nueva peste, que de nueva no tiene mucho porque data de mediados de siglo 19.

A comienzos de julio, Mongolia se declaró en cuarentena indefinida por un brote de este viejo mal.
Se dice que el caso inicial fue un hombre de 39 años que comió carne de marmota.

La marmota, junto a otros mamíferos de pequeño porte, son portadores de pulgas infectadas por la bacteria Yersinia pestis, que provoca tanto la peste bubónica como la neumónica.

Los síntomas de la infección son fiebre, dolor muscular y dolor de cabeza y suelen aparecer tras un período de entre uno y siete días. En caso de no recibir tratamiento con antibióticos, tiene una tasa de letalidad de entre el 30 y el 60 por ciento.

Las autoridades de Ulistai prohibieron el ingreso y egreso a la región y recomendaron a los ciudadanos seguir la cuarentena y no consumir carne de marmota

Las autoridades de Mongolia ya localizaron al menos a 9 personas que mantuvieron contacto con el infectado para ordenarles mantenerse bajo estricta cuarentena en sus hogares para evitar propagar la infección, al igual que con el coronavirus.

El 14 de julio falleció un adolescente de 15 años en la provincia de Gobi-Altai. Un día antes había consumido carne de marmota luego de cazar al animal en compañía de sus amigos.

De 1928 hasta el 2018 se registraron en Mongolia 692 casos de peste bubónica de los cuales 513 fallecieron.

En el mundo los tres países más afectados son Madagascar, República Democrática del Congo y Perú, de acuerdo a estudios de la OMS