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Sirve para otra batalla

Roberto Dib Ashur dejará el Ministerio de Educación y asumirá un vicerrectorado de la UCaSal: $90.000 mensuales, los nubarrones financieros que asolan al Grand Bourg, las paritarias docentes de julio y las aspiraciones del propio funcionario aportan claves para entender una retirada sorpresiva. (Franco Hessling)

Aires de cambio en el Gobierno provincial, algunos ministros se van y vendrán nuevos apellidos a ocupar las vacantes. Uno de los que abandonará su puesto será el contador Roberto Dib Ashur, quien hasta dentro de poco tiempo fungirá como titular de Educación, Ciencia y Tecnología. Ya está confirmado, aunque no firmado, que pasará al vicerrectorado administrativo de la Universidad Católica de Salta (UCaSal).

Si se tiene en consideración que, quiérase o no, Dib Ashur tuvo un paso sólido por el ministerio, llama la atención que decida alejarse de las cúspides del poder provincial a poco de iniciar la feroz batalla post-Urtubey, con miras a 2019. Puede estarse de acuerdo o no con la política implementada por el contador, pero no puede negarse que se mantuvo en su cargo por mucho tiempo, estando en una de las carteras más propensas a los incendios.

En este punto asoma la primera clave explicativa que confirmaron diversas fuentes a Cuarto Poder. La negociación paritaria que se aproxima en los próximos meses podría ser complicada ante una provincia que cada vez más, explicita sus problemas financieros. Los sectores gremiales se vienen radicalizando contra la ola gubernamental de corte neoliberal inaugurada tras la victoria del PRO el 22 de noviembre pasado, y los gremios docentes en Salta tienen gran volumen de movilización.

A ello hay que sumar, como agravante, que el padrino político de Dib Ashur, Carlos T. Parodi, tiene menos disposición de tiempo desde que se convirtió en Jefe de Gabinete del tercer y último mandato de Juan Manuel Urtubey. Teófilo siempre estuvo presente en las paritarias con los docentes, de hecho, fue quien entonó la voz oficial.

En los pasillos del Grand Bourg Dib Ashur se ganó cierto respeto. En los casos de mayor embelesamiento, las direcciones del nivel medio le profesan devoción. Tiene algunos detractores, claro está, pero también ellos lo tienen en importante consideración. De igual modo, cual flores que se marchitan, también el ministro está hastiado de los trajines de la exposición. La función pública desgasta y el sector privado promete relajación aun con mayores deleites.

Nos topamos con la segunda clave explicativa de la decisión de Dib Ashur. Prefiere perder terreno en Grand Bourg de cara a la sucesión 2019 porque el sector privado, la UCaSal, le abre un sendero de rentabilidad, elite y menor presencia pública. El combo es seductor, ahorrarse el incendio paritario que se aproxima, incrementar el salario real, mermar la exposición y mantenerse cerca de los dirigentes de las clases pudientes. A continuación, se desmenuzarán las razones hasta aquí expuestas sobre el derrotero de Dib Ashur.

Las barbas en remojo

Al calor de los conflictos entre el estado como empleador y los representantes gremiales que se observaron en los últimos días en el ámbito municipal, la rehuida de Dib Ashur a la paritaria puede leerse como un paso sabio. Los rockeros idealistas podrán decir, entre ascuas, que “el que abandona no tiene premio”, sin embargo el contador saldrá ileso ante una eventual hecatombe con los sindicatos docentes. Además, no postergará ni una de las mieles de su selecta posición como ministro. La UCaSal es una institución de elite, más aún para sus autoridades.

La paritaria de principios de este año se dio ya en un marco de ajuste y con un giro en la política de Gobierno, tanto nacional como provincial. Primó el discurso oficial que apeló a la necesidad de “hacer un esfuerzo” para amortiguar los efectos del “sinceramiento”, esfuerzo explosivo de los trabajadores. A principios de año, en ese marco, el Gobierno provincial doblegó a los gremialistas, al punto tal que no se convocó medidas de fuerza significantes; los variados gremios terminaron por sucumbir ante la oferta de Parodi y Dib Ashur, a condición de dejar la paritaria 2016 abierta. La mesa de negociación se retomará a mediados de año.

Si la promesa de que la vuelta al mercado de capitales fracasa o se disipa en guiños a los sectores patronales, el segundo semestre no traerá la estabilidad que los cerebros de la nueva era política han venido augurando. Incluso también pueden interponerse reveses operativos en la táctica económica del tridente Urtubey-Parodi-Britos, como las dilataciones que emergieron esta semana en la Cámara de Diputados de la provincia, que pidió mayores precisiones sobre las obras que se harán con el endeudamiento por cerca de 800 millones de pesos que el tridente impulsa. Algunos legisladores anticiparon que buscarán introducirle modificaciones al proyecto enviado por el Ejecutivo.

Esa es harina de otro costal, lo que a este artículo atañe es prevenir las eventuales causas de una paritaria incendiaria. Bien se sabe que el sector docente es uno de los actores sociales con mayor capacidad de movilización. La historia reciente de Salta muestra que cuando hubo tensiones entre el Gobierno y los docentes, se sucedieron acampes en la plaza 9 de Julio, protestas masivas y movilizaciones de envergadura provincial. Un poco más atrás, hay reminiscencias vívidas sobre la “noche de las tizas”, la brutal represión policial ocurrida en el ocaso del gobierno de Juan Carlos Romero.

Prevenido que las juradas “correcciones económicas” del macrismo y su avenido aliado, el urtubeicismo, no sean tales, sumando que las hostilidades entre los docentes y el Gobierno suelen ser arduas, Dib Ashur toma el camino de irse parsimoniosamente de la Cartera provincial, aunque con la chance de poder volver de un momento a otro -los años pasan volando en la memoria política salteña, sino piénsense en casos como el abogado Luis María García Salado o el ex gobernador Hernán Cornejo.

Relajación premier

El próximo destino del por ahora ministro de Educación no tiene nada de austero, la UCaSal es una institución educativa de referencia en el campo de los institutos religiosos, es la universidad católica que tiene mayor cantidad de sedes en el país. Además de esa envergadura por su razón social educativa, su razón social comercial no es menos importante. Como empresa, la UCaSal tiene magnitudes de compañías mineras o firmas de renombre, cuenta con alrededor de 1.000 empleados, repartidos en partes equitativas entre docentes y personal no docente.

El cargo que se le ofreció al ministro, uno de los vicerrectorados, por estos días está ocupado por el licenciado en Economía, José Cabrerizo Giménez.

Actualmente, tras el aumento de un 28% de su salario de 78 mil, Cabrerizo percibe poco más de 90 mil pesos. No obstante, si volvemos a pensar en el semblante empresario de la UCaSal, esos montos no son menos de los que gana un alto rango de una compañía de gran tamaño. La estructura de Gobierno de la universidad comprende a unas Autoridades Generales: cuatro vicerrectores, un director general, un rector, una secretaría general y, sobre todos ellos, el Gran Canciller (sic), Mario Cargnello. A la par de las Autoridades, como órgano consultivo está el Directorio -nombre propio de los organigramas de negocios-. En escalas empresariales, esas personas son la mesa chica de una automotriz autopartista.

Asumiendo el vicerrectorado Administrativo, Dib Ashur pasaría a tener un estipendio más jugoso que el declarado por el propio gobernador y sin tener que rendir tantas cuentas públicas. El sueldo del gobernador, según el portal web de la Provincia, asciende a $39.491.

Hay un último condimento que seduciría a Dib Ashur: la proyección académica. Como se ha dicho, la UCaSal es una universidad de punta en el campo privado, un ejemplo de ello es su supo desarrollo de un sistema de educación a distancia -cuenta con una matrícula de 11 mil alumnos en esa modalidad-.

Interés mutuo

Algunas segundas y terceras líneas del organigrama institucional, le confiaron a Cuarto Poder el rol que habría jugado la esposa de Dib Ashur en su inminente aterrizaje en la UCaSal. Según dijeron, desde hace alrededor de un año la mujer inició su camino docente en el establecimiento. Cierto es que “el loro” ya era un viejo conocido de la UCaSal -y de sus nuevas autoridades-, pero no fueron de menos importancia las conversaciones con la compañera del ministro.

A pesar de tener un doctorado, la mujer presentaba nula experiencia académica a nivel docente. Dio sus primeros pasos en la Universidad Católica. Su trayectoria, no obstante, le granjeó algunos contactos importantes para la proyección de negocio de las nuevas autoridades, asumidas este año y con mandato hasta 2021. Un jurado de una selección interna para cubrir un puesto docente, que leyó su curriculum, la destacó por su exitoso paso en los puestos jerárquicos de importantes emporios.

El combo entre la mujer con perfil de CEO y el exfuncionario con contactos financieros internacionales, le cayó al dedillo al horizonte del nuevo rector, el ingeniero Rodolfo Gallo Cornejo. Téngase en cuenta que Dib Ashur no sólo pasó -y aún permanece- por el Ministerio de Educación, sino que también ocupó la Subsecretaría de Financiamiento Internacional de la Provincia, hoy bajo el mando de Ignacio Racioppi.

La UCaSal no pretende ser la amortiguación de la caída política de Dib Ashur, sino que tiene sus propios intereses puestos en la llegada del contador. Las líneas directas con el mercado de capitales que traerá la agenda del potencial exministro auguran nuevas oportunidades de billetes constantes y sonantes.

Esa posibilidad pone deseosos al Directorio y las Autoridades Generales. Tómese en consideración que el nuevo rector y su equipo de trabajo, tras asumir, se readecuaron sus remuneraciones en más de 100%. Antes de Gallo Cornejo, su predecesor -Jorge Manzaráz- cobraba cerca de 50 mil por mes; el ingeniero saltó primero a 103 mil, en concepto de readecuación, y tras la paritaria le computó otro 28% de aumento. El cargo que ocuparía Dib Ashur pasó de una paga de 30 mil a una de 78 mil luego del recambio rectoral, a lo que luego se sumó el ya citado 28%. La vicerrectora académica también trepó de 25 mil a 90 mil.

Tales erogaciones se licuarán en tanto las gestiones financieras vayan aportando parches. En ese sentido, la UCaSal no fue un actor residual en la decisión del “loro”. La institución propició un escenario confortable para persuadir a Dib Ashur. A la cercanía de su esposa y la chance de aprovechar este salto al sector privado también para desarrollar su carrera académica, debe sumársele que pasará a ser ejecutivo de una empresa de porte, consolidada a fuerza de clientes asegurados.