“A mí me entregaron una calavera con muchos golpes, ese no era mi hijo”, declaró Liliana Quipildor, la madre del pequeño Thiago, fallecido por desnutricióon y aparentes golpes mientras vivía en la casa de padres sustitutos que debían ser controlado por el ministerio que conduce Marianela Cansino.

Las declaraciones fueron difundidas por el portal de los movileros salteños de la provincia y se repiten en distintos portales. La crudeza de las palabras obliga a prescindir de los comentarios. “A mí me entregaron una calavera con muchos golpes, ese no era mi hijo (…) sé que no lo voy a recuperar más pero tengo mis otros nenes”. Hoy sabemos que los hermanos de Thiago ya fueron asignados a otra familia y están a su cuidado. Sin embargo existen irregularidades que este medio detalló en la edición del sábado pasado y que preanunciaban la tragedia.