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Sin pelos en la lengua

Si hay dos que se cruzan constantemente en las sesiones en el Senado Nacional, esos son Oscar Parrilli y Juan Carlos Romero.

Ninguno de los dos se queda corto a la hora de embarrar al otro. En una de sus intervenciones, Parrilli dijo “quiero plantear una cuestión de privilegio respecto al Senador Romero, de Salta. Que nosotros tengamos fueros, no impide que las investigaciones que se hacen sobre nosotros avancen. Es una falta de respeto a todos los senadores, lo que él hace, porque fue investigado en su provincia en 2014 y 2015 por enriquecimiento ilícito”. 

Refiriéndose a la presidenta del Senado afirmó que, en 2016 se lo citó a declaración indagatoria, “como la citaron a usted (Cristina Fernández) 20 o 30 veces, pero no concurrió”. 

Lo que correspondía en ese caso, era hacerlo concurrir con la fuerza pública para que se defienda.  Ante el pedido de desafuero que ingresó en el 2016, Romero se amparó en el hecho de que la Cámara (Diputados de Nación) no lo trataba “y se dedicó a anteponer recursos legales en su provincia para que el trámite se demore”, denunció. 

En marzo del 2018, el Tribunal de Justicia de Salta anuló el pedido de desafuero con el argumento de que había “parcialidad en el juez de instrucción y que no se había garantizado el derecho de defensa del imputado”. 

“Yo planteo que ha habido un trato discriminatorio sobre este tema –dijo Parrilli-  porque la actitud del Senador Romero ofende a todos los senadores”, refiriéndose al hecho de que Romero no se someta a la Justicia, una actitud totalmente irregular, que, de acuerdo a sus dichos, desacredita el prestigio de ese Cuerpo”.