La cobertura del cargo de juez de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, arriba con intenciones directamente relacionados con el poder, tanto en el ámbito provincial como nacional. El papelón de Sylvester y la jugada de Grande, entre los condimentos. 

El pasado jueves 15, se llevó a cabo la audiencia prevista por el Reglamento de Concursos Públicos de Antecedentes y Oposición para la Designación de Magistrados del Poder Judicial de la Nación.

De la habitual terna de tres, llamativamente en este caso se propuso un cuarto candidato con el cual no se contaba, pese a quedar a 31 puntos del tercero. Para esta maniobra, se recurrió a la convocatoria de un plenario promovido por el senador y hermano del gobernador salteño Rodolfo Urtubey y el juez Luis Cabral, Vicepresidente del Consejo de la Magistratura de la Nación.

Con el camino allanado, el plenario aprobó el concurso Nº 377 con una terna integrada por los abogados: 1º) Ramiro Simón Padrós, 2º) Santiago French y 3º) Alejandro Lávaque y la lista complementaria contemplada en el artículo 48 del reglamento aplicable a 4º) Eduardo Alberto Sylvester.

La audiencia se realizó en la sede de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, a través del sistema de videoconferencia, ya que algunos de los candidatos residen en jurisdicciones del interior del país. La convocatoria llevó la firma de Miguel Piedecasas, presidente del Consejo de la Magistratura de la Nación.

Es sabido, que la elección de jueces moviliza el entramado de poder en la búsqueda del ascenso de determinados nombres afines, en esta combinación nociva de padrinos y ahijados. Una práctica común de la justicia salteña que pese a algunos escándalos mediáticos, no cesa en su condición acomodaticia y perjudicial para la consecución de una justicia proba, competente e independiente.

Es así como de los cuatro postulantes, tres contaban con el aval político necesario para llegar al cargo de juez de la Sala Primera de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, y uno solo continúa batallando, con su idoneidad como ficha de presentación.

En el caso de Simón Padrós, se desempeñó como Fiscal de Estado y luego secretario General de la Gobernación del gobernador Juan Manuel Urtubey, llevando adelante además de una meteórica carrera, una gestión eficiente en la espinosa tarea de encontrar los argumentos jurídicos para respaldar las decisiones políticas del gobierno provincial. Por su parte, Eduardo Sylvester, se desempeñó como Ministro de Seguridad de Urtubey, delegado de la UIF Salta y coordinador de articulación de políticas nacionales en la Casa de Salta en Buenos Aires. Sobran entonces las palabras, a la hora de analizar el padrinazgo de estos dos postulantes.

Amén de quién sea el elegido, la visión debe ir más allá, precisamente sobre quién podría quedar en en este caso, en segundo o tercer lugar ya que, de darse el caso de producirse la vacante del juez Miguel Medina, contaría con la posibilidad de la subrogancia correspondiente.

Fueron los dos dictámenes presentados en la audiencia. El de mayoría, con la terna integrada por Ramiro Simón, Santiago French y Alejandro Lávaque; y el de minoría del consejero Luis Cabral, quien propuso integrar la terna con Ramiro Simón Padrós, Santiago French y Eduardo Alberto Sylvester.

Casualmente sobre el último mencionado, párrafo aparte merece el papelón que lo tuvo como protagonista. Hete aquí que los salteños habían sido convocados a la sede de la justicia federal en la intersección de calles España y Deán Funes, lugar a donde se presentaron los tres primeros de la lista en tiempo y forma. Sin embargo Eduardo Sylvester quiso poner la nota de distinción, y se presentó personalmente en la sede de Buenos Aires. La actitud,  fue la gota de agua que colmó el vaso, y Alejandro Lávaque al hacer uso de la palabra apuntó a que le parecían un absurdo los atropellos que se venían cometiendo, producto de acomodos y favoritismos, con lo cual dejó a Sylvester no solo expuesto ante los magistrados, sino también con muy mala reputación

Finalmente en la audiencia y por mayoría, los Consejeros decidieron no dar lugar a lo propuesto por minoría, y la terna quedo como estaba en un comienzo: Simón Padrós, Santiago French que actualmente es Secretario del Juzgado Federal con lo cual se vería impedido en un futuro de subrogar; y Alejandro Lávaque a quien sí le correspondería la subrogancia, dado el caso, hasta el nombramiento del titular.

No hay dos sin tres

Cuando hablamos de padrinos y ahijados, nos resta mencionar al segundo postulante Santiago French a que se lo sindica en los pasillos judiciales como íntimo amigo del Jefe de Gabinete de la Nación Marcos Peña.

Es ahí donde se realiza la apuesta por la impugnación de Padrós, más allá de cualquier objeción bien merecida del ex funcionario de Urtubey.

Prueba de ello, es que desde una emisora local que lleva el nombre del diputado nacional de Cambiemos Martín Grande, se ha iniciado una especie de campaña en la que el macrista cual alumno diligente, se ha abocado a la tarea de “voltear” al candidato de Urtubey y dejarle el lugar, al amigo del funcionario de mayor peso del gabinete nacional.