La casa Rosada recortó la asistencia a pequeños productores. La medida impacta particularmente a los cordones hortícolas periurbanos de Buenos Aires, Corrientes, Salta y Jujuy, en su mayoría inmigrantes de Bolivia.

Se trataba de un programa histórico que brindaba asistencia técnica a pequeños y medianos productores. Con el fin del mismo se excluyó del beneficio a más de diez mil familias que viven en situación de vulnerabilidad y producen verduras de hoja para abastecer el mercado interno. Además, el recorte llegó de la peor manera y tal como lo precisa descarnadamente el diario Página 12 la resolución del ministerio aclara que para acceder al beneficio “ser nacido en territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo”. La condición deja afuera a más del 80 por ciento de los productores que integran los cordones hortícolas periurbanos de Buenos Aires, Corrientes, Salta y Jujuy, en su mayoría inmigrantes de Bolivia.

Así lo establece la resolución 249 con la que se da fin al programa y que fue publicada el 6 de septiembre. “Desde las organizaciones que agrupan a los pequeños productores advirtieron que el Ministerio ya recortó unos 780 cupos de Cambio Rural que asisten a estas familias, lo que significó también la pérdida de una fuente laboral para unos 500 ingenieros. Además remarcaron que recurrirán al Inadi por una medida que calificaron como discriminatoria ya que ni siquiera incluye a los argentinos nacionalizados. Muchos de los productores que hoy trabajan la tierra llegaron al país hace más de veinte años”, precisa Página 12.

Agustín Suárez, ingeniero agrónomo de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) –una organización que defiende los derechos de los pequeños productores–, explicó que a lo largo de los años el programa sufrió varias reconversiones pero que esta última significa “volver a los 90”.

“Cambio Rural surgió en los 90 para financiar la asistencia técnica de los productores pequeños y medianos pero con un perfil capitalizado, los productores de la pampa húmeda que tienen unas cien hectáreas. Hace diez años se amplió el alcance para empezar a asistir técnicamente a los pequeños productores de la periferia del gran Buenos Aires con mano de obra familiar, básicamente todo el sector hortícola. Esta nueva reconversión vuelve a la versión original de los 90 apuntando otra vez al productor capitalizado”, explicó Suárez, para quien la nueva cláusula de argentinidad “es un pretexto para sacarse de encima a todo el sector hortícola”.

 “El programa subsidia el 50 por ciento de los honorarios de un ingeniero del INTA. El Ministerio pone unos 4500 pesos y el productor debe poner otros 4500 más. Como para las familias ese dinero es una suma difícil de alcanzar se juntaban entre varias y arreglaban. De otra forma les es imposible contratar un ingeniero y es fundamental la asistencia técnica porque si no recurren a las mismas semillerías que les venden los productos y ellos les quieren vender más”, sostiene Suárez.

Frente al reclamo de los productores desde el Gobierno respondieron que para paliar la exclusión de Cambio Rural los pequeños productores podrán solicitar ser tenidos en cuenta en otro programa similar –los Grupos de Abastecimiento Local (GAL)– que depende de Desarrollo Social.