Un informe asegura que el aumento salarial de los docentes en 2017 fue inferior a la inflación.
El promedio de aumentos a los docentes en las 24 provincias durante el año pasado, sin contemplar la aplicación de cláusulas gatillo, fue de 21,8%, tres puntos menos que la inflación, que cerró en 24,8%, según cifras del Indec.
Esa es la principal conclusión a la que arriba un informe elaborado por la Escuela de Educación de la Universidad Austral, dirigida por el decano Julio Durand, quien ya había anticipado en junio sobre las ventajas de adelantar las negociaciones de las paritarias para evitar futuros conflictos.
En medio de la discusión entre los gremios docentes y el Gobierno por un incremento salarial, el informe pone el foco en que el aumento real durante 2017 fue inferior a la inflación.
Pero Durand señala que hay una enorme cantidad de situaciones particulares que se dan en las distintas provincias. Por ejemplo, que en 2017 algunas llegaron a un acuerdo mediante paritarias, mientras que otras lo hicieron a través de un decreto. Incluso no todas las jurisdicciones fijaron cláusulas gatillo.
El informe revela que una de las características salientes del sistema educativo argentino es justamente esta disparidad entre las provincias.
En cuanto a los salarios, por ejemplo, se observa una fuerte dispersión, entre los $11.248 que se cobran por un cargo docente con diez años de antigüedad en Santiago del Estero, los $23.459 que se perciben en Santa Cruz y los $15.200 que se pagan en la provincia de Buenos Aires.
El incremento salarial promedio en las seis provincias que aumentaron por decreto por no llegar a un acuerdo en las paritarias (San Juan, Mendoza, Santiago del Estero, Corrientes, Tierra del Fuego y Chaco) fue de 19,25 por ciento.
En tanto, lideran la tabla de aumentos San Luis (50%), Corrientes (35%), Neuquén (31%), Formosa (30%) y Buenos Aires (27,5%). Los ajustes más bajos fueron Santa Cruz (7%), Chaco (7,5%), Jujuy (10%), Tierra del Fuego (14%) y La Rioja (16%), donde mayoritariamente los conflictos fueron más prolongados.
Durand destacó que según estas cifras el Gobierno y las provincias deberán brindar este año al gremio docente «señales claras» de cómo combatir la inflación. Esa sería la clave: «Ofrecer algo confiable».
Al no tratarse de un año electoral, opina que el campo de negociación se encuentra «más despejado». Si bien no descarta un contexto de resistencia sindical, considera conveniente llegar a un pronto acuerdo.
«El año pasado le favorecía más al Gobierno prolongar el conflicto con Baradel por una discusión estrictamente política», dijo Durand.
En ese sentido, el informe remarca que la anticipación de las paritarias puede disminuir el impacto negativo (días sin clases) del conflicto.
Las 13 provincias que aprobaron una paritaria en marzo de 2017 tuvieron un promedio de 7,2 días de paro, mientras que las cinco que alcanzaron la paritaria en abril obtuvieron un promedio de 14,8 días de paro. En cuanto a las dos que lo hicieron en mayo, 11 días, y el resto de las que cerraron sus paritarias en junio y julio atravesaron entre 12 y 18 días de paro.
El informe también reflexiona sobre la programación oficial y señala que nunca se ha alcanzado la meta de 190 días de clases. El caso más resonante: Santa Cruz. Tuvo 119 días de paro y se encuentra terminando de cursar el año lectivo anterior.
Fuente: Indec