Marie Miy nació en Salta en 1992 y acaba de publicar en Córdoba su primer libro de cuentos. Una aproximació a una joven narradora, llena de talento. 

 

Es  fácil hablar de «jóvenes poetas». Los nombres sobran: algunos con 18 años y hasta menos ya muestran un talento impresionante. Pero hablar de «jóvenes narradores» es más complicado. Lleva más tiempo construir un narrador, requiere más paciencia. A eso hay que sumar un factor nada menor: en Salta los narradores tienen más problemas para hacer públicos sus textos.

Por eso es tan buena esta noticia: se acaba de publicar en Córdoba un libro de cuentos de la salteña Marie Miy. 

Marie nació en Salta en 1992. Cursa la carrera de Letras Modernas en la Universidad Nacional de Córdoba. Y el libro de cuentos «Evribadi uonts tu rulde word» , fue publicado por Borde Perdido Editora (En Salta hay algunos ejemplares en Doce Letras).

Evribadi uonts tu rulde word no parece un primer libro. No hay tanteos, ni dudas, hay una escritora con un estilo ya formado, que construye historias sólidas, llenas de tensión y observaciones inteligentes. 

 Así, la publicación Evribadi uonts tu rulde word ha sido la excusa perfecta para realizar esta entrevista a la distancia: 

Periodista: -Por qué fuiste a estudiar Letras Modernas a Córdoba. Por qué no Salta. Por qué no otra cosa. Cuando fuiste ya querías ser escritora?

Marie Miy:  Me vine a Córdoba respondiendo a una necesidad de vivir en otro lado… Creo que pasó por ahí realmente la decisión. Letras Modernas fue la excusa para el movimiento, el impulso. Incluso, en un primer momento decidí estudiar Letras en Córdoba para no tener que cursar latín… y, como al final terminé eligiendo la línea de lingüística, tuve que cursarla igual. Esas ironías un poco de manual, ¿no?

Al igual que pensar que si alguien quiere escribir lo último que tendría que hacer sería ir a Letras y después terminar estudiando esa carrera. Contradicciones y pulsiones, de eso estamos hechos.

P:-¿A qué edad empezaste a escribir?

M.M:-    Mi primer cuento fueron unos párrafos muy “inspirados” por relatos policiales, a los 8, 9 años. Un pequeño escrito en el que al final un personaje hablaba de haberse “manchado las manos con sangre”. Hace unos años descubrí ese papel viejo, escrito a mano, guardado por mi viejo. Supongo que, de ahí en más, siempre estuve escribiendo, desde cosas más deformes hasta relatos más armados, en los últimos años. Uno nunca se va de la escritura, creo.

 P:-¿Qué libros te marcaron o te incentivaron a escribir?

M.M:- Varios libros, me preguntás eso y pienso mucho en Kerouac, en Maupassant, Poe, Tristan Tzara, García Lorca, Burroughs, en la Pedro Lemebel, en los Doce cuentos peregrinos de García Márquez, en Forn inclusive —un escritor del que hoy en día un poco reniego, o me siento bien alejada—. Los artículos más interesantes del viejo Radar/12 también funcionaron como movilizadores de escritura en esos años.

Desde esa formación más adolescente, si se quiere, hasta cosas posteriores como Yourcenar, Gorodischer, Jelinek, Fogwill, Yasunari Kawabata, entre otrxs.

De alguna manera siento que muchas lecturas, muchas escrituras de otros me movieron hacia generar una escritura propia. Imposible nombrar a todxs.

P:-¿Vas o fuiste a talleres literarios?

Fui a un taller literario en Salta, el taller de Once creo que era su nombre. También me marcó mucho un taller de narración oral —hace muchos años, a los 15—, que me puso en sintonía con otras formas de leer.

De todas maneras hace tiempo que me alejé de algunos circuitos de talleres más formales de escritura, es interesante encontrar otros lugares donde compartir, leer y ser leída. No es fácil, pero creo que son espacios que se pueden ir generando y haciendo mutar. 

P:-Hay un salteño, Fabio Martínez, radicado en Córdoba ya hace más de 20 años, y ya no sé si preguntarle por el campo literario de esa provincia o de Salta. Quizás vos puedas decirme qué lectura hacés de lo que pasa en cada provincia…

 Me gustaría quizás tener un panorama más claro de esos campos literarios de los que hablás, incluso de los reductos literarios y las cloacas literarias hasta de lo más amplio, pero creo que hago bastante agua en esos aspectos.

La verdad es que estoy mucho más en contacto con lo que pasa acá en Córdoba, y por ahí me llegan coletazos de lo que se está escribiendo —y publicando, un claro límite— en Tucumán, en Salta. Por suerte a través de circuitos de gente muy cercana, a la que quiero mucho, siempre llegan autorxs nuevos o contemporáneos, la realidad es que si fuera solo por mí creo que me colgaría en escrituras más «viejas», con aquello que me ha conmovido desde los cimientos, y también está bueno darle lugar a escrituras más actuales.

Considero que hay movidas bien interesantes de editoriales independientes acá (en Córdoba), que van ganando fuerza y terreno, ese fackin prestigio que es maldito y necesario, a veces. Hay incluso muchos encuentros de lectura, muchos cuerpos con ganas de leer lo suyo, con escrituras más y menos interesantes, pero con avidez y sed de algo.

Top 5 libros favoritos:

v  Lo bello y lo triste – Yasunari Kawabata.

v  Los subterráneos – Jack Kerouac.

v  De perlas y cicatrices – Pedro Lemebel.

v  Mariana Pineda – Federico García Lorca.

v  Canto a mí mismo – Walt Whitman.