El concejal Rodrigo Chocobar anticipó que pedirá un informe a la Municipalidad por supuestos pagos extra de hasta 3 millones de pesos a funcionarios municipales y sus familiares durante el evento folclórico.
La Serenata a Cafayate, uno de los festivales más emblemáticos del norte argentino, vuelve a estar en el ojo de la tormenta, esta vez no por su cartelera artística, sino por presuntas irregularidades en el manejo de fondos públicos. El concejal Rodrigo Chocobar reveló que varios funcionarios habrían cobrado sumas millonarias por “trabajos extra” en el marco del evento, situación que motivará un pedido formal de informes al Ejecutivo municipal.
Según explicó Chocobar al medio Un Nuevo Día, al analizar la rendición de cuentas del festival y contrastarla con la del año anterior, surgieron diferencias llamativas. «Llama la atención que funcionarios hayan cobrado un dinero extra a su función municipal», señaló. Los montos en cuestión oscilarían entre 2 y 3 millones de pesos, y no está claro bajo qué concepto ni en qué calidad se realizaron esos pagos. Incluso, mencionó que algunos de los beneficiarios serían familiares directos de funcionarios.
El edil advirtió que en los próximos días el Concejo Deliberante avanzará con el pedido de informe correspondiente. “Se dice que no hay plata, pero acá hay funcionarios que, por otro lado, cobran independientemente de su función”, cuestionó. La situación pone en duda la transparencia de la gestión municipal en el marco de un evento que moviliza millones y cuya organización parece tener más de una cara oculta.