Los legisladores buscan evitar en Salta la venta de cigarrillos ilegales, armados en Jujuy.
A los cigarrillos CJ el fumador promedio los llama, algo en broma, Cáncer Jujeño, ya que es en esa provincia donde se arma. Son los cigarrillos para cuando el fumador está pobre y las otras marcas están incomprables. O para cuando no hay nada más a la venta.
Ahora, los senadores salteños han presentado un proyecto de ley que busca evitar la venta de estos cigarros ilegales y faculta a la Dirección General de Rentas a fiscalizar la comercialización y evitar el desfinanciamiento del Fondo Especial del Tabaco.
El objetivo es desalentar la venta de cigarrillos, cigarritos, puros, tabaco para armar y en hebra o picado, que son ingresados ilegalmente al circuito comercial, evadiendo el pago de tributos y los correspondientes controles de calidad. Además, esta normativa permitiría no desfinanciar el Fondo Especial del Tabaco.
Tranquilo, fumadores menesterosos: todavía no es ley. La normativa aún debe discutirse en la Cámara de Diputados.
Pero hay que tener en cuenta que, de aprobarse, establece severas penalidades para quienes comercialicen productos del mercado informal, comenzando por decomisos y multas; previendo además la clausura del local por plazos de entre 30, 90 y hasta 120 días en caso de sucesivas reincidencias.
Carlos Rosso, autor del proyecto, enfatizó en la importancia del proyecto porque el consumo de cigarros ilegales atenta contra la economía local, pero también representan un riesgo para la salud de las personas
¿Hay algún estudio que diga que el CJ es menos dañino que el Philip Morris?