Está enojadísimo. Hace unos días lo echaron del partido a él y a su papá, que está muerto.
Después de una “purificación” partidaria, realizada en la UCR salteña, justo antes de las elecciones para elegir autoridades, el dirigente Federico Núñez Burgos, uno de los echados, aseguró que el partido está acéfalo, porque el presidente Mimessi pidió una licencia extraordinaria que no fue comunicada a la dirigencia ni tampoco publicada.
Previamente, denunció que las autoridades partidarias se auto prorrogaron los mandatos y arbitrariamente desafilaron a los correligionarios que procuraban armar un frente con Gustavo Sáenz.
Al respecto, Burgos espetó que “hemos planteado la necesidad del que el Radicalismo forme parte de un frente y estamos acompañando a Gustavo Sáenz”.
Por ese motivo, “nos suspendieron las fichas y nos quitaron los patrones” incluso a mi padre fallecido” lamentó Burgos.