Mientras más se acercan las elecciones de medio término, el avispero (o bolsa de gatos) se sacude por derecha y por izquierda.
El ejemplo de la amplitud de pensamiento es el de La Libertad Avanza Salta, que recibe en sus brazos a concejales de otros partidos para engrosar sus filas dirigenciales. Sobran las suspicacias sobre los movimientos tan poco sutiles de referentes que luego de defender ciertas banderas, venden sus posiciones a cambio de cierta garantía en votos.
Y es que al parecer en Salta, LLA todavía mide bien y pone en jaque a partidos centenarios y a nuevos kiosquitos. De norte q sur, la fuga de funcionarios públicos del poder legislativo va en escalada tratando de acomodarse hasta antes del cierre de listas.
Ya no va más el refrán que alguna vez un político viejo le dijo a alguien: «no se puede cambiar la montura en medio del río». En LLA esto es un antimantra, todo lo que pueda chupar y encolumnar para Milei es bienvenido, ya sean radicales meados u oportunistas de «partidos chicos».
