Con una selección de palabras que acercan a Patricia Argañaraz a El Padrino, los audios también muestran una complicidad con el gobierno provincial.
Una cabeza en una bandejita de plata.
Eso es de lo que se escucha en uno de los audios que se difundieron en las últimas horas sobre la (todavía) titular de la Agremiación Docente Provincial, Patricia Argañaraz. Mientras siente su poder escurrírsele, habla como un general que mueve sobre el mapa tropas que ya no tiene.
Los audios también dan a entender que Argañaraz cuenta con gran respaldo del gobierno provincial. Que todas esas irregularidades de la que se le acusa no se podrían haber concretado y sostenido a lo largo del tiempo sin la venia de los que mueven los hilos en el Grand Bourg.
Julio Barrios, exintegrante de ADP, desde luego se siente amenazado.
“Vivo en Orán y hubo sicarios en motocicleta hasta hace poco. Mi familia y yo vivimos aterrados y encerrados. No puede ser que salga a dejar la basura a la vereda, pase una moto y tenga que estar escondiéndome detrás de un vehículo, porque no sé qué me va a pasar. Esa es la situación”, dijo el hombre a Voces Críticas. Y añadió: “El terror ha llegado a mi persona porque tengo hijos, tengo pareja, tengo a mi madre. El año pasado, Patricia Argañaraz mandó a dos chicas de entre 18 y 20 años a que la amenacen a mi mamá. Ahora esas chicas son profesoras de Educación Artística en Orán. Sin la ayuda de la gente del Ministerio de Educación y sin la ayuda de este Gobierno, creo que Patricia Argañaraz hace rato tendría que estar detenida”.
Barrios indicó además que ya hizo una presentación a la justicia por esos audios. “Tengo que hacer certificar por un escribano el audio que te envían, para que tenga valores e audio, para que la Justicia por los medios que tiene logre llegar al primer teléfono de donde salió esa amenaza. Pero, obviamente, la voz es reconocida y es de Patricia Argañaraz, no hay forma de equivocarse, la conocemos todos. Me costó mucho esta investigación, ya me cortaron el sueldo y me costó amenazas, no puedo caminar tranquilamente en la calle. Esto se tiene que acabar. No podemos vivir los salteños de esta manera, sometidos a los mafiosos”, dijo.
