Salta Básquet fue invitado por la Confederación Argentina de Básquet a ocupar una plaza en el TNA, pero para ello necesita ineluctablemente del acompañamiento financiero del Gobierno Provincial y la reflexión sobre cómo se va a concebir este proyecto a largo plazo.

El año pasado el club de la Villa 20 de Febrero, a puro mérito deportivo, ganaba una plaza en el Torneo Federal de Básquet, la cual fue rápidamente cedida por la institución para urdir un conjunto que sea representativo de toda la provincia. Se ungía así a Salta Básquet.

Salta Básquet desde un primer momento tuvo una perspectiva a largo plazo, planteando el establecimiento del equipo, su estabilización deportiva, pero además su referencia entre los seguidores del deporte de los dobles, los simples y los triples.

Grande fue la sorpresa de propios ajenos tras la suntuosa campaña del equipo, que a menos de un año de aquel comienzo supo jugar una final para ascender a la segunda categoría del básquet nacional, el TNA. No se pudo, se chocó contra un gran equipo como fue Parque Sur de Concepción del Uruguay, sin embargo fue un bautismo promisorio para el novel equipo salteño.

Por ello la Confederación Argentina de Básquet (CABB) le acercó una invitación formal a la Asociación Salteña de Básquet, presidida por Tucac Puggioni que ocupa el mismo cargo en la estructura de Salta Básquet, para ocupar una plaza en el TNA. La ilusión, aunque más no sea por la vía administrativa, volvió a encenderse entre los aficionados salteños pero también en los oportunistas.

Lo cierto es que la plaza en el TNA implicaría algunas sustanciales modificaciones que pueden resumirse en una quintuplicación del presupuesto, para lo cual se necesitaría insoslayablemente del aporte del Gobierno provincial. Éste último está dispuesto a hacer el desembolso, porque supone que a más categoría más espectáculo, más auspiciantes, más atractivo turístico, más dinero.

Sin embargo para urdir un equipo competitivo habría que traer a varios jugadores con experiencia en la categoría, postergando a deportistas del ámbito local. Por ello los dirigentes parecen querer tomarse su tiempo para definir qué es lo más conveniente en un proyecto a largo plazo.