El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, ofreció este jueves una conferencia de prensa con el objetivo de disipar la creciente preocupación por el proyecto de ley que plantea una reforma del Instituto Provincial de Salud (IPS). Aseguró que la iniciativa no busca eliminar la obra social ni perjudicar a los jubilados, sino mejorar la sostenibilidad del sistema. “Nunca estuvo en mi corazón quitar la obra social que debe ser orgullo de los salteños”, afirmó.

 

Sáenz admitió errores del Gobierno en la comunicación de la propuesta, lo que habría generado confusión e inquietud entre los afiliados. Según explicó, el proyecto busca unificar y clarificar una legislación dispersa y contradictoria, que actualmente pone en riesgo la continuidad de muchas personas dentro del sistema de salud. “Queremos subsanar vacíos legales para que nadie venga a sacarlos mañana”, sostuvo.

 

En su intervención, el mandatario pidió a los legisladores provinciales que ejerzan su rol y analicen el texto con responsabilidad. “Un proyecto de ley es solo eso: un proyecto. Los legisladores tienen que modificar lo que crean necesario. Si no, ¿para qué están?”, expresó con tono crítico hacia la inacción parlamentaria.

 

Otro de los puntos destacados por Sáenz fue la situación financiera del IPS, que atraviesa una crisis agravada por el aumento de los costos en medicamentos y tratamientos. Señaló que existen fuertes desigualdades entre los afiliados y que el Estado no puede continuar absorbiendo todo el peso económico. “El que termina pagando es el salteño”, advirtió.

 

Finalmente, el gobernador hizo un llamado a la calma y prometió que el Gobierno trabajará para garantizar una obra social “ordenada, sostenible y más justa”. Reiteró su compromiso con los jubilados y aseguró que cualquier cambio será debatido y consensuado para proteger a los sectores más vulnerables.