El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, expresó su firme postura ante el conflicto con el presidente Javier Milei, rechazando cualquier intento de sometimiento y haciendo un llamado a la igualdad y equidad para todos los argentinos.
«Nunca nos arrodillaremos ante nadie, nunca, nunca, solo ante Dios y ante la Señora y la Virgen del Milagro», declaró Sáenz, destacando su compromiso con los valores y principios que rigen su gestión.
El gobernador denunció las injusticias y asimetrías históricas que afectan al norte provincial, señalando que «acá no hay traidores, acá no hay mentirosos, acá lo que hay son hombres de bien que están pagando las consecuencias de mucho». Enfatizó que los verdaderos afectados son los jubilados, quienes «cobran 100.000 pesos y no tienen ni para medicamentos ni para comer», sumergidos en una situación de vergüenza y dificultad.
Sáenz aprovechó la oportunidad para dirigirse directamente al Presidente, instándolo a abordar las desigualdades regionales y garantizar igualdad de oportunidades para todos los argentinos. «Señor Presidente, tiene la oportunidad histórica de que haya argentinos iguales y con las mismas oportunidades, no argentinos de primera y de segunda», expresó con vehemencia.
El gobernador también se refirió a la lucha de los maestros y su respaldo a sus reclamos, así como a las disparidades en la distribución de subsidios y servicios básicos entre el AMBA y las provincias del norte. Criticó la visión centralista que ha ignorado las necesidades de las regiones periféricas y subrayó la importancia de la inversión y el desarrollo infraestructural para promover el crecimiento económico.
«Cómo van a venir las industrias a instalarse acá si no les damos las posibilidades que les da el centro del país?», cuestionó Sáenz, destacando la necesidad de infraestructura y conectividad para atraer inversiones y generar empleo en la región.
Finalmente, el gobernador concluyó con un mensaje de esperanza y orgullo por su tierra natal. «Que Dios los bendiga, que el Señor y la Virgen del Milagro nos den la fortaleza para mostrarle al país que acá hay gaucho, que no se arrodillan ante nadie, solo ante Dios», concluyó, reafirmando su compromiso con el pueblo salteño y su determinación de defender sus intereses.
«¡Y esto es Salta! ¡Orgulloso de ser salteño! ¡Orgulloso de ser salteño!», exclamó Sáenz, cerrando su intervención con un mensaje de unidad y patriotismo.