La justicia le dictó tres años de prisión y siete de inhabilitación al endoscopista. En tanto, la anestesista fue absuelta.

El endoscopista Diego Bialolenkier fue condenado esta noche a 3 años de prisión condicional y 7 años y 6 meses de inhabilitación para ejercer su profesión, y la anestesista Nélida Puente fue absuelta por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 8 de Capital Federal por la muerte de la periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin, ocurrida el 6 de febrero de 2018 durante un procedimiento médico en el Sanatorio de la Trinidad del barrio de Palermo.

También se informó que el 9 de agosto se leerán los fundamentos.

La querella y la fiscalía, además, solicitaron abrir una investigación contra la instrumentista Miriam Frías por falso testimonio y otra contra el endoscopista Sebastián Cechi, el director médico del Sanatorio La Trinidad de Palermo, Roberto Martignano, y el director general de Galeno, Eduardo Cavallo, por falso testimonio.

Durante el alegato de la querella, Diego Pirota, abogado de la familia de Pérez Volpin, afirmó que «las conductas de ambos llevaron a (Débora) a la muerte. Actuaron con total negligencia e impericia».

En una audiencia a sala llena, con la presencia de la familia de la víctima, periodistas y ex compañeros de TN, legisladores porteños y el diputado Martín Lousteau, quien acompañó la campaña de Pérez Volpin a la Legislatura de la Ciudad, Pirota se refirió a la actuación de Bialolenkier.

«El que lesionó fue el endoscopio. Tuvo una dificultad para entrar y allí fue que hizo la lesión», afirmó el letrado.

«Se dio cuenta y nunca lo dijo. Ni a los médicos en ese momento ni aquí en el juicio. El endoscopio tenía sangre. Y quiso derivar su responsabilidad de manera canallesca sobre Puente, cuando fue él que produjo la lesión», agregó.

Luego se refirió al trabajo de la anestesista Nélida Puente, que se mantuvo cabizbaja en la sala.

Sobre ella dijo que «no es responsable de la lesión, pero sí de no controlar correctamente».

«No conectó la paciente a los electrodos y no la controló. No supo resolver la emergencia que había causado Bialolenkier, y confundió el diagnóstico con una alergia. La paciente estaba con el abdomen hinchado y agravó el cuadro porque siguió insuflando aire», indicó Pirota.

 

Fuente: Télam