Casi 3500 personas de Rosario de Lerma se vieron afectados por un corte de agua de 4 días, por la rotura de un caño que tendría que haber sido arreglado el año pasado por Aguas del Norte. Sin obras fundamentales previstas en el próximo periodo crece la desesperación de los vecinos. (Alfredo Palacios) 

Gran parte de Rosario de Lerma sufrió el corte de cuatro días del suministro de agua corriente, con todos los perjuicios que ello implica para la vida cotidiana de los vecinos. El motivo fue la rotura de un conducto, una situación totalmente evitable si los responsables no hubiesen dilatado la firma de un acuerdo establecido el año pasado.

En septiembre del 2019, Aguas del Norte firmó un acuerdo con la Municipalidad de Rosario de Lerma, en ese momento a cargo de Ignacio “Nacho” Jarsún, en la que se comprometían a reemplazar 345 metros de cañerías. El mismo establecía que Aguas del Norte era quien iba a brindar los materiales para la obra, mientras que la municipalidad debía brindar la mano de obra. Finalmente, Jarsún no dio la firma definitiva para el acuerdo y las obras nunca se iniciaron..

Cuando se produjeron los cortes de agua, hubo que hacer un pedido especial a Aguas del Norte para que enviase camiones cisterna, y que al parecer habría existido una mala predisposición por parte de Luis García Salado, hoy al frente del organismo. Según denunció el intendente actual de Rosario de Lerma, Enrique Martínez, es Aguas del Norte quien debe encargarse de realizar los trabajos que vienen postergados desde hace un tiempo.

La problemática en cuestión no es una novedad para los vecinos de Rosario. En enero de este año debido a la falta de agua, se tuvo que hacer presente el mismísimo Luis García Salado, gerente de la empresa estatal, en una concentración en la plaza principal del pueblo. En esa oportunidad, reconoció los problemas reclamados por los vecinos, haciendo mención a la falta de inversión denotada en estos años en la red de esta ciudad y al aumento poblacional en la zona urbana. Obviamente prometió cambiar la situación por lo cual hace llamar la atención sobre la falta de obras de infraestructura de la empresa de aguas para solucionar cuestiones básicas ya discutidas con los vecinos, que por cierto, están cansados ya que abonan sus boletas religiosamente.

De hecho, muchos se han preguntado adónde es que va destinado el ítem cobrado en las facturas bajo el nombre de Fondo de Inversión Operativa, que es de aproximadamente 200 pesos, y que entre todos los usuarios provinciales llegaría a 40 millones.

“Se elevó una nota a Aguas del Norte para dar solución para que se cambien esos 380 metros del acueducto. Se habló con Garcia Salado, están trayendo los caños y la municipalidad se va a hacer cargo del sanjeo para el cambio”, afirmó el intendente Martínez, y adelantó que se pedirá que esos días de no servicio sean descontados.

El parate que atraviesa la empresa parece no modificarse a pesar de los escándalos destapados en las últimas semanas. La actual administración tiene múltiples obras importantes, las cuales no han sido terminadas, encareciendo en forma millonaria los costos y generando dudas sobre las verdaderas intenciones de estos retrasos. Lo peor es que, mientras tanto, la gente sufre las consecuencias.

Sería necesario que se ajusten los mecanismos dentro del gobierno para determinar las ejecuciones presupuestarias. Cada minuto que pasa no solo es una pérdida económica para las alicaídas cuentas de Aguas del Norte sino un gran problema para los salteños.