La gestión de Bettina deja tanto que desear que ya hay personas anotándose para la competencia, dos años y medio antes.

Si bien Bettina todavía no llega a mitad de mandato, ya son varios los que descuentan que la intendenta capitalina tirará la toalla sin buscar la reelección, tras su fracaso.
Y por eso ya hay personas anotándose en la carrera para sucederla. Romina Arroyo, actual concejal y candidata a diputada provincial por el frente del gobernador Sáenz, declaró que le gustaría ser intendenta de la ciudad de Salta.

La edil apuntó que la ciudad necesita “mejorar el pavimento, trabajar en talleres de oficios en los barrios, generar trabajo”. “Estamos en una situación de desocupación muy grande donde el municipio tiene que involucrarse. La situación de inseguridad que se mejora con mayor iluminación. Hay prioridades”.
Por supuesto, que todavía falta. Dos años y medio pueden ser pasar volando, pero todo indica que se harán eternos, con la paralizada gestión de Bettina.