En Tucumán firmaron un documento que incluye la promesa del 82% móvil a los jubilados y la baja de Ganancias; el candidato buscó mostrarse más autónomo y con el PJ.
Mostrar una sólida imagen de unidad detrás de la candidatura de Daniel Scioli y darle forma a un mensaje de campaña que permita captar los votos de los ciudadanos que el 25 de octubre eligieron al postulante de UNA, Sergio Massa.
Esos objetivos se trazó ayer el peronismo frente al ballottage del 22 de noviembre, cuando el gobernador bonaerense se enfrente con Mauricio Macri (Cambiemos). Así, el propio Scioli; su compañero de fórmula, Carlos Zannini; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y una docena de gobernadores kirchneristas llegaron a esta provincia para acompañar la asunción de Juan Manzur como gobernador.
En una señal de respaldo, los mandatarios provinciales ovacionaron a Scioli en el acto realizado al mediodía en el teatro San Martín. La imagen de la unidad quedó plasmada minutos antes, con un abrazo en el que se fundieron Scioli y Fernández al arribar al aeropuerto local, que se vio copado por 13 jets privados en los que se trasladaron los gobernadores y funcionarios nacionales.
Al jurar en reemplazo de José Alperovich, quien dejó el cargo tras 12 años, Manzur agradeció el apoyo de los visitantes y se comprometió a encarar una reforma política y electoral para mejorar la calidad institucional de la provincia, luego de las escandalosas irregularidades de los comicios del 23 de agosto.
Luego de la ceremonia, Manzur ofreció un almuerzo en su casa de Yerba Buena, del que solamente participaron el anfitrión, Scioli, Zannini y los gobernadores Jorge Capitanich (Chaco), Maurice Closs (Misiones), Eduardo Fellner (Jujuy), José Luis Gioja (San Juan), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Lucía Corpacci (Catamarca), Luis Beder Herrera (La Rioja), Martín Buzzi (Chubut), Gildo Insfrán (Formosa) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego).
Allí, se definieron los ejes de la campaña para la segunda vuelta. «Hay que escuchar las demandas de la sociedad y tratar de capitalizar todo», dijo uno de los asistentes a LA NACION. Los gobernadores no fijaron una postura firme sobre si se mantendrán alineados al núcleo duro del oficialismo que rodea a la presidenta Cristina Kirchner o si, por el contrario, tratarán de «despegarse».
Se redactó, además, un documento con varios puntos sobre los que se reforzará el mensaje de campaña y que configuran un guiño a los electores de Massa, dado que recoge algunas de sus propuestas.
Se trata de las promesas de pago del 82% móvil a los jubilados -la Presidenta recordó ayer que en 2010 vetó la iniciativa, sancionada por el Congreso, y luego ganó las elecciones con el 54%-; la eliminación de las retenciones al maíz y al trigo para las economías regionales, y la revisión de las retenciones a la soja y un compromiso de elevar a $ 30.000 el piso de Ganancias y exceptuar del impuesto a los dos aguinaldos. Además, se decidió impulsar un proyecto de lucha contra el narcotráfico, entre otras promesas.
«Todos, en unanimidad, decidimos el apoyo a Daniel Scioli como nuestro candidato a presidente y Carlos Zannini como candidato a vicepresidente», aseguró Manzur luego de compartir con sus invitados unas empanadas tucumanas.
Scioli dijo que «el apoyo de los gobernadores es una gran responsabilidad» y demuestra coherencia con el trabajo que viene realizando el FPV «como espacio de trabajo colectivo y de federalismo». Y criticó al espacio de Macri: «Vienen con la misma política: dejar todo librado al mercado, el ajuste, la devaluación».
Frente al ballottage, se mostró optimista. «Lo que pasó el 25 fueron las preliminares. Ahora habrá otra elección. Viene la gran final y es una decisión histórica de los argentinos», expresó. Zannini también se mostró confiado y aseguró a LA NACION que el FPV se impondrá «por un margen mayor» que el obtenido el domingo.
El candidato a vice le apuntó a Massa. «El resultado [del ballottage] no depende de lo que diga el que salió tercero, sino que depende de la gente, que es la que definirá con su voto. Lo que diga Massa no le interesa a nadie. Esto es lo raro de las elecciones: los que pierden parece que hubieran ganado», disparó.
A su vez, Aníbal Fernández dijo que «la propuesta de Scioli tiene que contarle a la gente lo que es capaz de hacer sobre un programa que ya dio resultados durante 12 años». Y resaltó que el proyecto opositor «es incierto, porque no cuentan qué es lo que quieren hacer, debido a que sus políticas conservadoras o neoliberales son las que siempre hundieron al pueblo argentino y las están escondiendo, cuando en realidad piensan llevarlas a la práctica».
Urribarri aventuró que el kirchnerismo ganará el 22 de noviembre «por cuatro o cinco puntos». Y agregó: «Massa ya compitió, salió tercero y ahora sus seguidores, que son más de cinco millones de votantes, optarán en su mayoría por Scioli».