Las cuentas públicas registraron en febrero un déficit de $ 26.747 millones, un 60,7% más que en igual mes de 2016. La característica es propia de los llamados populismos, aunque el dinero no llega a los de abajo como ocurre en esos modelos.
Dicha diferencia resulta explicada por un incremento de los recursos de $ 35.811,5 millones (+35,6% interanual), mientras que el gasto primario lo hizo en $ 45.915,9 millones (+39,1%). Cabe aclarar que este indicador fiscal excluye tanto las eventuales rentas ingresadas por utilidades del BCRA como los intereses generados en operaciones de financiamiento Intra-Sector Público.
Además, el resultado financiero de las cuentas estatales arrojó una pérdida de 29.998 millones de pesos, con un aumento del 46% interanual.
Con respecto al gasto primario, en primer lugar, se destaca el incremento de 47,1% interanual en las «Prestaciones Sociales». Ello fue determinado, esencialmente, por los mayores pagos en concepto de «Jubilaciones y pensiones contributivas», ante el ajuste bianual aplicado a estos haberes por ley de movilidad (con impacto simultáneo en las «Pensiones no contributivas»), como así también por los progresivos efectos derivados al Programa Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados.
Entre el resto de los programas con finalidad social, sobresalió este mes la suba anual de 65,5% en «Asignaciones Familiares» (incluyendo a la Asignación Universal por Hijo para Protección Social-AUH y por Embarazo), además de la ampliación del beneficio de las Asignaciones Familiares a los trabajadores inscriptos en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (Monotributo) a partir de mayo de 2016 y el aumento del tope salarial para poder percibir las Asignaciones Familiares.
En segundo término, se distinguen los gastos de capital al registrar un aumento de 64% interanual. Los programas determinantes de dicho aumento fueron los vinculados a vivienda y urbanismo (289,5% interanual), educación (95,3%), transporte (41,4%) y seguridad interior.
Por su parte, las transferencias corrientes a provincias «continúan exponiendo un alto dinamismo (prácticamente 300% interanual), producto principalmente de las mayores asistencias financieras dispuestas en educación a través del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), y en seguridad social para ser destinadas a las cajas jubilatorias provinciales», resaltó Hacienda.
En el primer bimestre del año, el déficit fiscal ascendió a 23.160 millones de pesos, un 45% más que enero-febrero del 2016, mientras que el cuasi fiscal dejó una pérdida de 35.556 millones, un 56% por sobre la marca precedente.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, destacó de todos modos que el déficit de casi 23.200 millones de pesos en el primer bimestre «sigue siendo consistente con nuestra meta de 58.500 millones» hasta marzo inclusive.
Además «seguimos reorientando el gasto público de acuerdo a nuestras prioridades», dijo el ministro a través de un comunicado de prensa y explicó que se destinan «cada vez más recursos en mejorar la infraestructura del país, con más obra pública, y la situación de aquellos sectores más vulnerables».
«De cada 4 nuevos pesos que se han gastado en lo que va del año, 3 (pesos de ellos) los destinamos a obra pública y prestaciones sociales», afirmó Dujovne.
Adelantó que «de a poco vamos gastando menos en subsidios económicos. Todo ello en un marco de previsibilidad y consistencia que nos dan las metas fiscales».
El titular del Palacio de Hacienda detalló que «el gasto de capital creció 64% en relación a febrero del año pasado, destacándose el incremento en la construcción de viviendas sociales, escuelas y jardines, y transporte, como la ampliación de la red de autopistas y la mejora de los trenes».
En el mismo sentido, «el gasto en prestaciones sociales creció 47 por ciento anual, el cual incluye el gasto en jubilaciones, que creció 49, y la Asignación por Hijo y Familiares, que crecieron 66 por ciento».
El Gobierno busca cerrar este año con un déficit fiscal en torno al 4,2% del Producto Bruto Interno, frente al 4,6 del año pasado (unos 360.000 millones de pesos), a pesar de que las cuentas fiscales se vieron favorecidas por el ingreso de casi 100.000 millones de pesos provenientes del Blanqueo de Capitales.
Para el año próximo, la meta es bajarlo aún mas, a 3,8% del PBI, aseguró Dujovne en febrero, cuando presentó las metas fiscales.
Fuente: ámbito Financiero