Basura cotiza en 100
En medio del proceso de análisis acerca de los residuos se vuelven a abrir los cuestionamientos sobre el monto que eroga el Municipio para tercerizar el servicio, que este año ascendería a 100 millones de pesos mensuales.
Los cuestionamientos acerca del servicio que presta Agrotécnica Fueguina no son nuevos, y con cada cambio de gobierno y rotación de concejales, se pide rever el alcance del contrato, especialmente por el monto valuado en millones que ello le significa al municipio por mes.
Ya este año, mientras se está analizando si es que la renovación a Fueguina será un hecho o si entra una nueva empresa, vuelve a surgir el pedido de funcionarios y concejales de reducir el desangre económico que ello le produce al estado municipal. Inclusive, muchos sectores se han manifestado a favor de que sea la Municipalidad junto a otras empresas quienes asuman el servicio de la recolección de residuos, a la vez que han señalado que ello generaría un ahorro significativo para la caja municipal.
Ya en el año 2016, la gerente para ese entonces de Agrotécnica, Lucía Barcia, señalaba en una entrevista al diario El Tribuno que los costos del servicio debieran ser mayores, ante las acusaciones de ediles que en ese momento denunciaron sobreprecios; una situación poco diferente a la actual. Pero especialmente, Barcia aseguró que la tasa de ganancia de la empresa era de un 30 por ciento, y uno un monto menor, como muchas veces quiso dejar asentado la gerencia. “Si uno habla de 30 millones, siete millones y medio son, por ejemplo, en distintos impuestos. Hablando de sueldos, cargas sociales, ART más todos los gastos estamos alrededor de 17 millones de pesos” fue lo que sostuvo Lucía Barcia hace cuatro años.
Tomando estos elementos brindados por la representante de la empresa, el doctor Luis Segovia habia pedido un embargo a la tasa de beneficio. Ante esto, Agrotécnica salió a contestar que no era cierto, que solo ganaban un 9%.
“El precio que está ahora no se puede adecuar porque adecuarlo significaría pensar que la empresa está por encima de una ganancia razonable y no es así. Está prácticamente en equilibrio ahora con este precio y, ya con los últimos aumentos, un poquito abajo” es la carta que al día de hoy sigue usando Agrotécnica Fueguina para explicar el monto del servicio, uno de los contratos más altos que debe pagar la Municipalidad de Salta. Con esto, no es ilógico pensar el ahorro significativo que implicaría para las arcas del municipio dejar de tercerizar el servicio y hacerse cargo de todo lo que implica la recolección de residuos y su posterior tratamiento. Sin contar el agregado de las denuncias contra la empresa por parte de vecinos de la zona sudeste por contaminación de suelo y de agua en zonas aledañas al Vertedero San Javier, algo que la empresa sigue negando.
El vertedero un desastre, según Moya
El Concejal Abel Moya, durante el tramo de manifestaciones el último miércoles contó que fue al vertedero, a constatar en qué condiciones se encuentra.
“Me recibió el ingeniero Julio Cabral de Agrotécnica Fueguina (ATF) y Martin Villa, por parte de la Municipalidad. (…) Lamentablemente el personal municipal no es el adecuado; años anteriores había ocho empleados, dos en cada turno de seis horas, por cuatro turnos. En este momento solo supervisa un empleado a la tarde y uno a la mañana. Con el agravante de que los empleados municipales no tienen los recursos mínimos indispensables en cuanto a la provisión por parte del municipio de la ropa adecuada para trabajar en el vertedero. Lo vi a Martin a Villa con unos botines le salía el dedo gordo para afuera. Esto es de una gravedad tal, si este señor se enferma porque pisa un elemento punzante puede tener múltiples enfermedades, no una”, aseguró el edil.
“No sé si esto lo sabe la intendenta, su supervisor el señor Villa; es una vergüenza que una persona que trabaja para un municipio tenga que estar con los dedos afuera cumpliendo su función. Además de esto, no funciona ninguno de los baños. No tienen agua para ducharse después de cumplir una función de seis horas en el vertedero”, agregó.
Y subrayó: “La basura va de los distintos municipios y una persona tiene que caminar y supervisar el vertedero durante seis horas; no tener el agua para ducharse y llegar limpio a su casa. Es una vergüenza”.
“El poco producto de desinfección que llevan de su parte los empleados no les alcanza y también he visto con mis propios ojos que en las ventanas hay una capa de cinco centímetros de moscas muertas, nadie limpia”, indicó.
“Pude notar que todo el vertedero no tiene cercado perimetral con alambre tejido, lo cual hace que cualquier persona que quiera recoger algún tipo de elemento dentro del basural pueda entrar y recoger ; de hecho el día lunes había no menos de 12 personas en medio de la basura, donde descargan los camiones, con el agravante de que cuando llegamos a la montaña, la trinchera uno creo que es, que la volvieron a abrir, en medio del basural se hacían depósitos de basura proveniente de los hospitales, junto con la gente que estaba escarbando la basura, lo que le llaman patógenos. No hay una disposición final de los patógenos, entreverados con todas la basura”, sostuvo.
Para terminar remarcó: “Tenemos en el municipio capital 4850 empleados municipales. De estos, cada empleado podrá cobrar aproximadamente 15.000, 20.000 pesos, pero yo diría que tenemos 4851 empleados municipales y hay un empleado municipal, que es la ATF que cobra 90 millones de pesos mensuales”.
Puesta en escena
Según se pudo conocer no cayeron nada bien los dichos del concejal. En efecto representantes de la empresa Agrotécnica Fueguina se comunicaron con “Titi” Romero para invitar a sus funcionarios a recorrer el vertedero San Javier.
Un día después de la manifestación del concejal Abel Moya, funcionarios, concejales y miembros de Agrotécnica Fueguina hicieron una visita.
De la visita participaron el sub secretario de Limpieza Urbana, José Ginocchio; el subsecretario de Política y Control Ambiental, Cristian Gribaudo, el Gerente de Servicios de Agrotécnica Fueguina, Julio Cabral, el coordinador de Servicios de esa empresa , Carmelo Foresto, el Gerente de Comercialización, Guillermo Nallim y los concejales Susana Pontussi, Jorge Altamirano, José García y Liliana Monserrat.
Llamativamente el desorden que encontró Moya el lunes, el jueves no era tal ya que habían ordenado lo máximo posible todo para no levantar las voces críticas.