Aunque pocos lo mencionan, el dirigente sindical de la Sanidad, Eduardo Abel Ramos, se encuentra activo. Recientemente inauguró un Centro Médico y realizó un Congreso provincial de Delegados de ATSA. Desde el gobierno ven con buenos ojos que el «compañero» sea parte de la pata sindical.

 

Mientras el gobernador mojaba la medialuna en el café con leche, según se comenta, un colaborador le habría preguntado ¿Qué es de la vida de Ramos, por qué no lo llamás? La respuesta del mandatario habría sido que era el sindicalista quien tenía que discar su número.

 

Para entender la respuesta, es menester recordar que en las últimas elecciones, gran parte de la estructura del gremio fue puesta a favor de la precandidatura a diputado por Capital de Arnaldo Abel Ramos (hijo de Eduardo Abel) y luego de las PASO de 2019, en las que ganó la interna justicialista y quedó como primer candidato, pero finalmente renunció a esa postulación, dinamitando desde adentro al Frente de Todos y consecuentemente beneficiando al frente saencista.

 

Algunos se atrevieron a decir que ese fue unpreacuerdo de Eduardo con Gustavo. Sin embargo, las cosas de la política enfriaron ese preacuerdo, y si bien las relaciones no se rompieron relaciones, hubo un stand by.

 

 

Decíamos que Ramos estaba de estreno ya que  inauguró un centro sanitario en calle O’Higgins entre Sarmiento y Adolfo Güemes, donde funcionaba  Tanguería el Monumento.

 

El lugar, que se conecta con la Clínica Urkupiña (también de ATSA) que está ubicada en calle Ameghino, estará dirigido por Bernardo Biella.

 

 

ATSA SIGUE BAJO SU CONTROL

 

Más de 400 delegados de ATSA participaron del congreso provincial representando cada uno a lugares de trabajo: hospitales, centros de salud, puestos sanitarios, áreas operativas de Atención Primaria de la Salud (agentes sanitarios), más clínicas y sanatorios privados.

 

La presencia de Héctor Daer se destacó. Fue el primer indignado al remarcar que la crisis sanitaria se trata de un problema de vieja data.

 

Los aportes de algunos delegados y delegadas describían el abandono de la zona y en ello, como se trataba de un congreso sindical, las condiciones en las que afiliados de ATSA desenvuelven su trabajo.

 

Así fue que Ramos recibió el apoyo nacional para peticionar a la Provincia el pase a planta de enfermeros y agentes sanitarios que se encuentran contratados bajo condiciones de inestabilidad. También solicitarán la cobertura de las vacantes generadas por traslado o jubilaciones porque sin ello, se recarga a quienes permanecen en la zona y la tarea no se desarrolla con eficiencia.

 

Ramos fue concreto, dijo que en el ámbito de la Sanidad debería ocurrir lo mismo que en Seguridad en el que un egresado se incorpora a planta permanente al cumplir con su formación.

 

Todos estos aspectos serán planteados en el reencuentro, aunque es claro que el Gobierno ya está notificado de los mismos. Como contrapartida, la estructura en red de enfermeros y agentes sanitarios podría aportarle a Sáenz mejores resultados que los «relevadores» del exministerio de la Primera Infancia.