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Radicales tuvieron que hacer una colecta para salvar la histórica sede

No les quedó otra que hacer una vaquita entre todos para pagar una deuda con la justicia.

Más pobre que radical salteño podría pasar a ser el nuevo insulto. Esta vez, al menos lograron sortear un problema que se podría haber convertido en una gran afrenta: la histórica sede de calle mitre estuvo a punto de ser rematada.

El edificio de la UCR salteña no fue a remate porque afiliados y simpatizantes hicieron una “vaquita” para pagarle una importante deuda a la Justicia, en medio de un juicio que enfrenta el partido con un ex empleado.
La deuda era de un millón de pesos. Los afiliados rompieron sus chanchitos, pidieron unos mangos prestados y así se juntó el dinero que adeudaban.

Al respecto, el ex titular del radicalismo salteño, Miguel Nanni, se refirió a la situación en diálogo con Somos Salta. “Hubo un peligro de remate y acudimos a todos los simpatizantes radicales, hicimos una comisión para juntar fondos y evitar el remate, llegamos a buen puerto y juntados todos los aportes para frenar el remate”, dijo.

En consideraciones del diputado nacional, esta acción de los militantes y afiliados “es un buen ejemplo, no acudimos a ninguna caja, ni al intendente ni al gobernador, sino al puro voluntariado, cada afiliado depositó un poquito, los legisladores hicieron su parte”, comentó.